por Politican
El sector agrario en Canarias se enfrenta a una situación crítica debido a la incertidumbre generada por la falta de aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y la parálisis política en España. Las consecuencias directas de este escenario no solo afectan a la agricultura local, sino también al cumplimiento de compromisos internacionales con la Unión Europea, lo que ha generado gran preocupación entre los productores. Theo Hernando, secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA), explica en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín" las inquietudes del sector.
A la incertidumbre financiera, se suma una crisis política que ha sacudido al sector agrario canario con el cese del director de Agricultura del Gobierno de Canarias, Javier Gutiérrez Taño. Este cese ha generado una fuerte controversia entre las organizaciones agrarias, ya que Gutiérrez contaba con el apoyo del sector primario. Según Hernando, “en estos 14 meses de gestión, Gutiérrez ha demostrado ser una persona cercana, siempre dispuesta a escuchar nuestras reivindicaciones”. La decisión de destituirlo, a pesar de la oposición del consejero de Agricultura, Narvay Quintero, ha dejado al sector agrario en un estado de incertidumbre. Este movimiento político ha sido visto como una decisión más partidista que técnica, lo que genera aún más preocupación en un contexto ya de por sí complejo.
El secretario general de Asaga asevera que no solo una parte concreta, de una isla concreta tiene que tener opinión a la hora de elegir los puestos políticos porque estos influyen en las decisiones de todos en el archipiélago y denuncia que "Nieves Lady Bareto no estaba de acuerdo con determinadas medidas que se querían aprobar y como a ella no le convenía pues pide el cese del director general de Agricultura de toda Canarias".
El cese de Gutiérrez y la falta de estabilidad en la dirección de la política agraria en Canarias no solo afecta la confianza del sector, sino que también complica la implementación de planes estratégicos a largo plazo. Hernando lo describe con preocupación: “No es solo una cuestión de confianza en los presupuestos, sino también en la gestión política. Esto no da confianza ni al sector agrario ni al resto de la ciudadanía”.
La salida de Gutiérrez ha generado preguntas sobre si hay intereses particulares detrás de su destitución, vinculados a sectores específicos, como el platanero. Sin embargo, Hernando señala que “ni siquiera todo el sector platanero estaba en contra de las medidas que Gutiérrez estaba impulsando”, lo que sugiere que las razones de su cese podrían ser más políticas que técnicas.
El sector agrario en Canarias depende en gran medida de ayudas tanto del Gobierno de España como de la Unión Europea. Entre estas, destaca el Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad (POSEI), un mecanismo vital para los agricultores de las regiones ultraperiféricas como Canarias.
La Unión Europea, a través de la Política Agraria Común (PAC), proporciona un apoyo directo a los productores agrícolas en estas zonas, lo que en Canarias se conoce como el "POSEI adicional". Esta ayuda se complementa con fondos estatales que permiten cubrir las partidas deficitarias, garantizando así la viabilidad de las explotaciones locales. Sin embargo, como señala Hernando, “ese compromiso que está firmado y recogido en nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF) no se está cumpliendo, y esto se debe tanto a una falta de voluntad política como a la parálisis presupuestaria”.
La falta de presupuesto y la posible prórroga de los actuales PGE podría tener consecuencias desastrosas para el sector agrario, especialmente en términos económicos. Hernando lo resume de manera contundente: “Si no se aprueban los presupuestos, podríamos perder 11 millones de euros del POSEI adicional”, una cifra que representa un golpe severo para muchos productores canarios. La Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias ha intentado cubrir parte de este déficit, llegando incluso a desembolsar 5 millones de euros de su propio presupuesto, pero esto no es una solución sostenible a largo plazo.
Por otro lado, la falta de previsibilidad en las ayudas genera incertidumbre en los agricultores. En palabras de Hernando, “imagínense una explotación a la que le han prometido 3.000 euros de ayuda y de repente le dicen que solo recibirá 2.000. Esto es devastador”. La situación genera desconfianza en los productores, quienes no saben si podrán contar con los recursos necesarios para mantener sus operaciones.
El incumplimiento de los compromisos presupuestarios no solo afecta a Canarias, sino que también podría tener repercusiones a nivel internacional. Según Hernando, “el Estado español tiene un compromiso con Europa para garantizar estas ayudas, y si no se cumple, podríamos enfrentarnos a sanciones de la Unión Europea”. No obstante, el Gobierno de España parece no estar preocupado por estas posibles consecuencias, según comenta el secretario general de ASAGA, lo que refleja una aparente indiferencia hacia el impacto que esta situación tiene en las islas.
Ante la situación de crisis actual, tanto económica como política, el sector agrario canario necesita urgentemente un plan estratégico que no dependa exclusivamente de las subvenciones para ser viable. Hernando señala que, aunque el Plan Estratégico de la PAC incluye medidas para fomentar la incorporación de jóvenes al sector, estas no son suficientes.
“La media de edad de los agricultores canarios está por encima de los 60 años, y los jóvenes representan solo el 7% del total”, comenta Hernando, lo que evidencia un problema estructural de renovación generacional. La falta de rentabilidad y las condiciones adversas hacen que muchos jóvenes no vean atractivo dedicarse a la agricultura. Aunque se ofrecen ayudas de hasta 100.000 euros para jóvenes agricultores, “esto no es suficiente si el sector sigue siendo percibido como algo dependiente de subvenciones”.
Uno de los puntos clave que resalta Hernando es la necesidad de vincular de manera más sólida la agricultura con otros sectores económicos, en particular con el turismo. “Canarias recibe 16 millones de turistas al año, y esto representa una enorme oportunidad para el sector agrario si logramos conectar ambas industrias”, explica.
El potencial de la agricultura como motor económico en las islas es enorme, pero para que esto suceda, “necesitamos cambiar la percepción del sector, modernizarlo y hacerlo más rentable”. Esto no solo ayudaría a incrementar la superficie de cultivo, sino que también podría atraer a más jóvenes, lo que garantizaría la continuidad de la actividad agraria en el archipiélago.
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