por Politican
El archipiélago canario ha sido escenario de numerosos desafíos en materia de gestión territorial, infraestructura y seguridad. En los últimos años, el Gobierno de Canarias ha intensificado sus esfuerzos para mejorar la eficiencia en la gestión de emergencias y la provisión de servicios básicos a sus habitantes. Un aspecto fundamental de esta estrategia es la implementación del sistema de alertas "ES-Alert", diseñado para advertir a la población en casos de emergencias. Manuel Miranda, consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias, ha brindado detalles en el programa "A BUenas Horas con José Luis Martín" sobre el despliegue de este sistema, especialmente en las islas de Gran Canaria y Tenerife, y ha abordado otros retos críticos como el abastecimiento y saneamiento en la isla de La Graciosa o la prevención para evitar incendios.
El sistema "ES-Alert" es una herramienta de comunicación masiva que permite enviar alertas a los teléfonos móviles de los ciudadanos en caso de emergencias, tales como incendios, inundaciones, o cualquier otro evento que pueda poner en riesgo a la población. Según Manuel Miranda, este sistema ya ha sido probado en varias islas, como La Palma, La Gomera, Lanzarote y Fuerteventura, con el objetivo de "prevenir a la población para que pueda tomar medidas rápidas e inmediatas sobre cualquier evento que pueda ocurrir".
Manuel Miranda ha anunciado que el despliegue del sistema en las islas más pobladas, Gran Canaria y Tenerife, es inminente: "La siguiente isla será Gran Canaria". Este anuncio se produce tras evaluar el impacto que tendría la activación de alertas en islas con una mayor densidad de población. Miranda subraya que “no es lo mismo que suenen los teléfonos de una isla como Fuerteventura o La Gomera que en Gran Canaria o Tenerife, donde el impacto a la población va a ser mucho más brutal cuantitativamente”.
El consejero también ha detallado que, antes de la activación del sistema, que será el 26 de septiembre, se realizará una campaña informativa para que la ciudadanía esté preparada y entienda que se trata de una prueba. “El impacto inicial puede ser un poco de preocupación, por tanto, previamente habrá que hacer una campaña y aclarar que es simplemente una prueba, pero que para nosotros es muy necesaria”, enfatizó Miranda.
Canarias ha tenido un verano relativamente tranquilo en términos de incendios forestales, un contraste significativo con el año anterior. Manuel Miranda afirmó: "hemos notado que fruto de esa coordinación, fruto de esa información, pues las llamadas al 112 por cualquier indicio de incendio, cualquier conato, eran masivas". Esta mejora se atribuye a la colaboración entre las administraciones locales y la ciudadanía, así como a las campañas de concienciación.
Miranda destacó que, a pesar de los numerosos conatos, "ha habido suerte; es verdad, ha habido el tiempo nos ha acompañado, ha habido coordinación y ha habido, yo creo, que información". Esta combinación de factores ha permitido que el archipiélago evite grandes desastres, a diferencia de lo ocurrido en 2023, cuando múltiples olas de calor y una menor preparación llevaron a incendios más destructivos.
A pesar de la calma relativa, Manuel Miranda subrayó la necesidad de mantener la guardia alta: “bajar la guardia en ningún caso... Yo creo que lo tenemos que ser conscientes de que esto es un tema que va a ser permanente". Según Miranda, el cambio climático y la sequía son factores que seguirán presentes y que requerirán de estrategias de prevención continuas y mejoradas.
Asimismo, destacó la importancia de las lluvias copiosas para aliviar la amenaza, pero advirtió que “mientras no haya lluvias copiosas y que humedezca el monte, seguimos en las mismas circunstancias”. De este modo, se insta a las autoridades y a la población a no relajarse ante las amenazas climáticas que podrían surgir en cualquier momento.
La isla de La Graciosa, la octava isla del archipiélago, enfrenta importantes desafíos en materia de abastecimiento de agua y saneamiento. Miranda ha señalado que “en el año 2018 se acometieron unas obras de emergencia tanto de saneamiento, depuración como de abastecimiento, pero por motivos jurídicos y administrativos hubo que abandonar esas obras”. Actualmente, estas infraestructuras están a medio instalar, lo que representa un problema significativo para los residentes de la isla.
El consejero destacó que, en particular, el problema del saneamiento es crítico: "La Graciosa no tiene saneamiento, no tiene depuración y prácticamente todos los habitantes están vertiendo al subsuelo a través de pozos". Esta situación se agrava durante los meses de verano, cuando la población de la isla aumenta considerablemente.
Para abordar estos problemas, el Gobierno de Canarias ha decidido tomar medidas firmes. Según Miranda, se han adoptado dos enfoques principales: la declaración de interés regional y la suspensión de planeamiento. La primera permite que el propio Gobierno, sin entrar en convenios con los cabildos, pueda ejecutar las obras necesarias. La segunda medida, la suspensión de planeamiento, permite instalar la infraestructura requerida pese a la falta de un plan urbanístico vigente, que actualmente está anulado por el Tribunal Supremo.
Miranda explicó que "esta situación nos ha llevado a suspender el planeamiento y a aprobar normas sustantivas que regulen esa suspensión, para poder proceder con las obras de saneamiento tan necesarias”. Asimismo, el consejero indicó que se están realizando esfuerzos para explicar la complejidad del proceso a los residentes de La Graciosa, quienes han expresado desconfianza hacia la administración debido a promesas incumplidas en el pasado.
El turismo en Canarias ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Tal es el caso que, en 7 meses, Canarias ha pasado a tener 8 millones y medio de turistas, medio millón más que el año pasado. Este incremento ha puesto una presión adicional sobre las infraestructuras hidráulicas de las islas. Sin embargo, el consejero aclara que el turismo no es el único factor responsable: “El aumento de población es significativo, y prácticamente todas las islas crecen de forma importante anualmente, lo que incrementa la demanda de agua”.
Miranda subrayó que el consumo de agua agrícola también está aumentando, especialmente debido a la menor pluviometría y al incremento de los incendios, lo que ha llevado a algunas islas, como El Hierro y La Palma, a solicitar apoyo en desaladoras.
Para enfrentar estos desafíos, el Gobierno de Canarias está trabajando en múltiples frentes. Según el consejero, es esencial “aprovechar todos los recursos, tanto de la pluviometría y la climatología, como de la producción de agua industrial”. Además, Miranda destaca la importancia de controlar las fugas y las pérdidas: “No podemos generar mayor producción de agua industrial con los costes energéticos y ambientales que tiene, y por otro lado perder en las tuberías más del 50% en algunos casos”.
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