lunes 07 de octubre de 2024 - Edición Nº433

Cabildos

Cabildo de Gran Canaria

La Asociación Insular de Desarrollo Rural gestionará la ejecución y el desarrollo del Banco de Tierras impulsado por el Cabildo

El objeto del acuerdo es la creación de un Banco de Tierras como instrumento para informar sobre terrenos en desuso que puedan ser arrendados para uso agrícola, ganadero y forestal


por Politican


La Asociación Insular de Desarrollo Rural (Aider Gran Canaria) será la encargada de gestionar la ejecución y el desarrollo del Banco de Tierras de la Isla, que ha impulsado la Consejería de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica, con Miguel Hidalgo al frente. Esta decisión fue adoptada el pasado lunes por el Consejo de Gobierno Insular, que, en su sesión ordinaria, dio luz verde a la firma del convenio de colaboración que, con esos objetivos, vinculará a la Corporación grancanaria con esta entidad privada de interés general sin ánimo de lucro y al que se ha asignado un presupuesto de 151.940 euros para el período 2024-2027.

 

Tal y como establece este convenio, su objeto es la creación de un Banco de Tierras como instrumento para informar sobre terrenos en desuso que estén en disposición de ser arrendados para su aprovechamiento agrario, con el doble propósito de evitar su abandono y de ponerlos a disposición de todas aquellas personas que necesiten tierra para usos agrícolas, ganaderos y forestales.

 

Así, a través de este acuerdo, se persigue el aprovechamiento de recursos naturales no utilizados, para la actividad agrícola, ganadera y/o forestal; reducir los riesgos de incendio, plagas y erosión, ocasionados por el abandono de terrenos cultivables; favorecer el relevo en el sector agrario con la instalación jóvenes agricultores, de nuevos perfiles neorrurales y gente o personas con interés en las actividades agrarias, de cara a potenciar el autoempleo y la fijación en el territorio, y, además, se busca incrementar la base territorial de explotaciones existentes, con la incorporación de tierras colindantes en desuso.

 

De esta manera, cada una de las partes firmantes deberá atender una serie de obligaciones, en aras de garantizar el cumplimiento de estos propósitos. En concreto, queda bajo la responsabilidad de Aider la tarea de promocionar entre titulares de terrenos agrícolas en desuso su adhesión al Banco de Tierras, mediante la dinamización e información en los municipios de la Isla o a través del contacto directo con los mismos.

 

También tendrá que inspeccionar las fincas a incorporar y realizar un informe que se subirá a la aplicación informática bancodetierrasgrancanaria.es, en la que se ofrecerán todos los datos relativos a la finca, como la referencia catastral, la superficie, los usos permitidos, el agua de riego y las infraestructuras existentes, entre otros, con objeto de que la o el arrendatario disponga de una información de calidad.

 

Igualmente, promoverá la formalización de contratos de arrendamientos; informará a los arrendatarios y a las arrendatarias sobre las posibilidades de cultivo que posee la finca, según la zona, y acerca de las ayudas disponibles de las administraciones públicas, y ejercerá de mediadora si ambas partes están de acuerdo, en caso de discrepancias, generando relaciones de confianza mutua.

 

Finalmente, se ocupará del mantenimiento y la mejora de la aplicación informática bancodetierrasgrancanaria.es y de todas las cuestiones que sean necesarias para conseguir los objetivos enumerados.

 

Por su parte, el Cabildo de Gran Canaria será el responsable de supervisar que el Banco de Tierras se desarrolle de forma correcta, dado que es un instrumento útil para el incremento de la superficie cultivada en la Isla, así como de abonar cada anualidad en el plazo que se determine y de otras que se consideren precisas para alcanzar los retos propuestos.

 

El convenio de colaboración tendrá una vigencia de cuatro años, que comenzarán a computarse al día siguiente de su firma y, como establece el documento, en cualquier momento, los firmantes podrán acordar unánimemente tanto su prórroga por otros dos años adicionales como su extinción.