lunes 10 de noviembre de 2025 - Edición Nº832

Política general | 5 nov 2025

Entrevista Exclusiva

ACOP reconoce la excelencia en la comunicación política en la segunda edición de sus premios

16:01 |El presidente de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) tras la dimisión de Mazón asegura que el objetivo principal de estos premios es “dar visibilidad a todas las personas que trabajan en la comunicación política”


por Politican


Óscar Álvarez, presidente de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), en una reciente entrevista en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín" nos adentra en el complejo mundo que opera detrás de los discursos y las estrategias, defendiendo la profesionalización de un sector a menudo invisible pero fundamental para la salud de nuestra democracia. La próxima gala de los premios ACOP en Barcelona servirá para poner en valor esta labor esencial.

 

Premios ACOP: Más que una Gala, un reconocimiento a todos los profesionales del sector

¿Por qué entregar premios en comunicación política? La respuesta de Álvarez va más allá de una simple celebración. El objetivo principal es “dar visibilidad a todas las personas que trabajan en la comunicación política”. Se trata de una labor de backstage, un trabajo “que no se ve” pero que consume una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo.


Estos profesionales son los artífices de gran parte de lo que llega al ciudadano: responsables de estrategia, documentalistas, analistas, redactores de discursos, fotógrafos políticos o community managers. Su dedicación es absoluta, ya que, como subraya Álvarez, asumir una responsabilidad pública implica “renunciando a parte de tu vida privada”. Los premios, por tanto, no son una fiesta, sino un acto de justicia para “todos esos profesionales que llevan muchas horas trabajadas”.

 

La necesaria figura del asesor en la era de la desinformación

Frente a la crítica recurrente sobre el elevado número de asesores, Álvarez ofrece una defensa sólida de su necesidad. En la actualidad, la comunicación es tecnológicamente compleja y hostil. El político, cuyo deber es “gestionar los asuntos públicos”, necesita un equipo que le ayude a navegar un ecosistema mediático donde proliferan los bulos y los ataques.

Las redes sociales, que prometían “democratizar el debate público”, han evolucionado hacia un espacio que “echa fuego con insultos, con polarización, con desinformación”. En este contexto, el trabajo del asesor es demoledor: se consumen muchísimos recursos en “intentar que llegue un mensaje claro, cristalino, transparente”. Por ello, desde ACOP han impulsado un código ético para ayudar a rebajar la crispación y “tender puentes”. El objetivo final es fortalecer la democracia, asegurando que el debate se base en propuestas y no en descalificaciones.

 

La unión con Latinoamérica 

La visión de ACOP trasciende fronteras. Los premios de este año incluyen, por primera vez, una categoría a la mejor campaña latinoamericana, organizada con su asociación hermana. Según Álvarez, en Latinoamérica existe una mayor tradición de contratar asesores externos, algo que en España todavía es poco común. Esta perspectiva externa es muy valiosa, ya que aporta una visión “alejada de ese mundo que normalmente te creas” y ayuda a analizar mejor los errores.

 

¿Y quién comunica mejor y peor en España?

Al ser preguntado sobre quiénes son los mejores y peores comunicadores de España, Óscar Álvarez no duda en ofrecer su veredicto profesional. Para él, la clave no es si se comunica bien o mal, sino si la comunicación es eficaz: si el mensaje se traslada y se entiende. Bajo esta premisa, señala a un claro referente: “Hoy para mí uno de los grandes referentes es Gabriel Rufián, sin ningún género de duda”. Considera que su comunicación es “muy certera, muy eficaz”.


En el otro extremo del espectro, la evaluación es igualmente contundente. El peor comunicador, aquel que ha demostrado una gestión desastrosa y una comunicación nefasta, es, para Álvarez, una elección obvia y reciente: “Carlos Mazón”, a quien le otorga un “cero absoluto y notas negativas”. Un juicio que cierra el círculo sobre la importancia de una comunicación política profesional, empática y, sobre todo, eficaz.

 

Entrevista completa: