
por Politican
Han pasado cinco años desde que la pandemia de COVID-19 transformó radicalmente la economía global y, en particular, la de Canarias. El 14 de marzo de 2020 marcó un punto de inflexión en la actividad económica del archipiélago, que se vio golpeada por el cese casi total del turismo y otras industrias esenciales.
Hoy, en 2025, nos encontramos en un escenario que invita a la reflexión: ¿hemos mejorado o empeorado en comparación con la situación previa a la crisis sanitaria? José Miguel González, economista y director de consultoría en Corporación 5, analiza en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín la economía en Canarias y cómo estaba antes de ese 14 de marzo y a día de hoy, ¿hemos mejorado o hemos empeorado?"
Antes de la pandemia, Canarias ya mostraba signos de desaceleración tras un ciclo de crecimiento sostenido. "Teníamos ya las pesquisas, las sospechas de que estábamos en un proceso de desaceleración continua después del espectacular crecimiento económico que tuvimos en los años anteriores a 2020", explica González.
Sin embargo, la crisis sanitaria provocó una caída abrupta de la actividad económica. "La pandemia lo que hizo fue, como bien se sabe, detener toda la actividad productiva o gran parte de ella. En Canarias, de forma específica, una quinta parte desapareció si lo tomamos en consideración respecto al Producto Interior Bruto (PIB)," afirma el economista.
Este paréntesis económico generó un aumento del desempleo y una disminución drástica de los ingresos en los sectores clave, particularmente el turismo, que representa alrededor del 35% del PIB canario.
La reactivación post-pandemia trajo consigo un crecimiento económico acelerado. González describe este fenómeno con una metáfora visual: "Pongámonos una imagen muy visual en nuestra cabeza: es como cuando hundimos una pelota de playa en una piscina. La pelota de playa se hundió mucho y salió muy disparada, pero los rebotes sucesivos cada vez son menos hasta que el agua de la piscina se queda completamente estancada."
En términos concretos, Canarias pasó de un PIB de 47.000 millones de euros en 2019 a superar los 50.000 millones en 2025. Además, la ocupación laboral se ha incrementado hasta alcanzar el millón de trabajadores en algunos trimestres. Sin embargo, el ritmo de crecimiento se ha desacelerado y ahora oscila entre el 2% y el 3% anual.
Pese a la mejora de los indicadores económicos, la inflación ha erosionado el poder adquisitivo de los ciudadanos. González señala que "a lo mejor tenemos lo mismo, pero no tantas horas trabajadas porque hay una modificación legislativa de la jornada laboral y de los contratos que hace que muchas personas que estén trabajando no lo hagan a tiempo completo".
El mercado laboral ha cambiado, con más empleo pero menor estabilidad y menor capacidad de consumo. Esto afecta directamente a sectores como el comercio minorista, que está experimentando cierres masivos en zonas emblemáticas como Triana, en Las Palmas de Gran Canaria.
Otro factor de incertidumbre es la política internacional. La guerra comercial impulsada por Donald Trump ha desatado temores sobre una recesión global. "En una guerra arancelaria, el ojo por ojo deja a todos tuertos. El contraataque de la Unión Europea con aranceles por valor de 26.000 millones de euros a los productos estadounidenses generará un encarecimiento de bienes y servicios, incluso en Canarias," advierte González.
Productos como el acero y los derivados de la industria automotriz podrían sufrir subidas de precio, afectando a sectores clave de la economía regional.
El Gobierno autonómico ha instado a los empresarios a subir los salarios, una demanda que ha generado tensiones con la patronal. Mientras los empresarios sostienen que ya han incrementado las remuneraciones, los sindicatos han anunciado una posible huelga en el sector turístico para Semana Santa. Según González, "el binomio negociación-presión siempre está presente. Ahora le toca la presión hasta que la negociación se abra".
Otro aspecto crítico es la falta de presupuestos generales, que dificulta la agilización de partidas destinadas a mejorar la economía. "El no tener presupuesto no significa que te imposibilita para casi nada, pero retrasa las soluciones," explica el experto.
Además, el retraso en los pagos a las aerolíneas ha generado temores sobre la continuidad del descuento del 75% para los residentes en Canarias. Aunque el Gobierno ha asegurado que este beneficio no se perderá, las tensiones financieras persisten.
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