martes 15 de abril de 2025 - Edición Nº623

Política general

ACOP

Kamala Harris: La evolución de un estilo como herramienta de comunicación política

Artículo de María Francés en La Revista de ACOP


por María Francés


La imagen personal ha sido, históricamente, una herramienta poderosa en la comunicación política y Kamala Harris es un claro ejemplo de cómo una figura pública puede utilizarla de forma estratégica para reforzar su mensaje y conectar con la ciudadanía.


Aunque las pasadas elecciones no le han sido favorables, Harris ha mantenido una imagen sólida y coherente, adaptándola a 
cada etapa de su carrera para transmitir autoridad, accesibilidad y resiliencia.


Desde su irrupción en la campaña de 2020, Harris apostó por un vestuario que combinaba sencillez, funcionalidad y 
simbolismo. Su prenda insignia, el traje pantalón, se ha convertido en una reivindicación visual de profesionalismo y liderazgo. 


Generalmente en tonos oscuros como el azul marino, el gris o el negro, estos colores proyectan seriedad, estabilidad y control, elementos clave en la percepción pública de una figura de poder, lo que a mí me gusta llamar ‘Power Dressing’. 


Durante su campaña inicial, Harris introdujo elementos más informales, como las icónicas Converse Chuck Taylor, que le sirvieron para humanizar su figura y conectar con votantes más jóvenes. Este contraste entre la sobriedad de los trajes y la informalidad del calzado enviaba un mensaje claro: era una líder profesional, pero también accesible y cercana.


En contextos clave, como debates y discursos históricos, sus elecciones han sido cruciales. Tonos como el blanco o el morado (que eligió para su toma de posesión como vicepresidenta), asociados al movimiento sufragista y a la igualdad, han reforzado su posicionamiento como defensora de los derechos civiles y la inclusión. 


Con su transición a la vicepresidencia, Harris ajustó su estilo para reflejar las exigencias de su nuevo rol. Los trajes adquirieron cortes más estructurados y materiales de alta calidad, como lana, lo que proyectaba una imagen de autoridad y preparación. El minimalismo en los accesorios, como los collares de perlas o los pequeños pendientes, reforzaba su profesionalismo de forma sutil, sin desviar la atención del mensaje central. De hecho, nos ha recordado a Margaret Thatcher, que usaba trajes de chaqueta estructurados que proyectan autoridad, pero con perlas y blusas con lazos y tejidos fluidos, que son mucho más cercanos.


Aunque el impacto de Kamala no se ha limitado a su vestuario. Su lenguaje no verbal, con sus gestos y micro expresiones, también han sido una herramienta clave para reforzar su liderazgo y conexión emocional. Ha mantenido una postura firme, con gestos pausados y controlados que han reforzado la narrativa de una figura con visión y propósito. Su expresividad nos ha dejado momentos épicos, como en el primer cara a cara con Trump y esas sonrisas de medio lado o la ‘cara sorpresa’, mientras Barack Obama y Donald Trump compartían risas hace unas semanas en el funeral de Jimmy Carter.


Pese a todo, Harris ha......(lee el artículo completo en La Revista de ACOP)