
por Politican
La salud mental es un tema cada vez más presente en la sociedad, especialmente tras la pandemia que impactó a nivel global. Sin embargo, a pesar de su creciente visibilidad, queda un largo camino por recorrer para garantizar que cada persona reciba el apoyo adecuado. Nel González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España, destaca la importancia de este asunto: “La gente toma conciencia, se habla cada vez más de salud mental; fuimos capaces de colocarla en la agenda pública”. En entrevista en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín", González explora los desafíos y avances en la salud mental en España, así como el papel que cada uno de nosotros puede desempeñar en la construcción de una sociedad más consciente y solidaria.
La importancia de la Salud Mental en el ámbito laboral
Tradicionalmente, se ha dicho que “el trabajo es salud”; sin embargo, González Zapico enfatiza que hoy en día este principio está siendo cuestionado. La precariedad laboral y la falta de estabilidad se han convertido en una fuente de ansiedad y estrés, lo cual tiene un efecto directo en el bienestar mental de los trabajadores. En palabras de González: “La precariedad laboral es la principal causa de desasosiego y de problemas de salud mental”. La realidad laboral actual implica que tener un empleo ya no es garantía de estabilidad ni de paz mental.
La Confederación Salud Mental España ha dedicado el Día Mundial de la Salud Mental de este año a la salud laboral, resaltando la necesidad de tener un entorno de trabajo saludable y estable para garantizar el bienestar de los empleados. Los problemas económicos, como el bajo salario y el alto costo de vida, son factores que afectan la capacidad de las personas para llevar una vida equilibrada. “Es una tragedia para las personas cuando el trabajo, que debería ser un medio para la autonomía y el bienestar, se convierte en una fuente de sufrimiento”, afirma González.
El estrés laboral se ha convertido en un fenómeno común en nuestra sociedad, debido a factores como la inseguridad laboral, el miedo a perder el empleo y las largas jornadas de trabajo. Según González Zapico, estos elementos contribuyen a crear un ambiente de trabajo tóxico que perjudica gravemente la salud mental de los empleados.
Para mitigar estos problemas, es necesario que tanto las empresas como el Gobierno tomen medidas concretas. Entre las propuestas destacan la reducción de la jornada laboral y el incremento de los salarios. Como señala Zapico: “La administración pública debe arbitrar las medidas legales necesarias para que el trabajo favorezca la participación económica y el bienestar de las personas”.
Nel González menciona que es urgente cambiar la mentalidad sobre la salud mental: “Pensamos que a nosotros nunca nos va a tocar, pero todos somos vulnerables”. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cuatro personas tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida, lo que demuestra la relevancia y universalidad de este tema.
El estigma que rodea a la salud mental ha disminuido, pero aún persiste. En el pasado, hablar de salud mental implicaba enfrentar prejuicios y ser etiquetado con términos despectivos como “loco”. Hoy en día, aunque estos términos han perdido peso, todavía existe una falta de comprensión generalizada sobre el tema. González recalca: “Debemos abrir nuestra mente para prepararnos no solo de manera individual, sino también desde una óptica solidaria”.
España se enfrenta a una carencia significativa de profesionales en el ámbito de la salud mental, con apenas seis psicólogos por cada 100,000 habitantes, una cifra alarmantemente baja en comparación con otros países europeos, donde el promedio es de 18. González Zapico afirma: “Si no hay suficientes profesionales, entonces no se puede atender adecuadamente a las personas”. Este déficit contribuye a que las listas de espera sean interminables, lo que a su vez agrava el sufrimiento de aquellos que necesitan atención urgente.
La Confederación Salud Mental España propone incrementar la inversión en recursos para contratar a más psicólogos y psiquiatras. “La falta de recursos económicos limita la capacidad de brindar el apoyo adecuado a las personas, lo cual resulta en una carga emocional y financiera para el sistema de salud y la sociedad en general”, subraya Zapico.
Uno de los aspectos más preocupantes de la falta de recursos es su impacto en el aumento de suicidios. González Zapico considera el suicidio como “la principal lacra de la salud pública”, un problema que afecta tanto a los jóvenes como a los adultos mayores. La pandemia ha exacerbado esta crisis, al incrementar los sentimientos de soledad y desesperanza. “Es alarmante ver cómo la tendencia suicida aumenta entre los jóvenes debido a la falta de recursos y apoyo emocional”, destaca.
Para combatir este problema, es necesario invertir en servicios de apoyo y crear una red sólida de profesionales de la salud mental que puedan intervenir antes de que sea demasiado tarde. También es fundamental eliminar el estigma asociado al suicidio, para que aquellos que lo necesitan se sientan cómodos buscando ayuda.
Mantener una buena salud mental es esencial para llevar una vida plena. Según González, hay prácticas simples que pueden ayudar a mejorar el bienestar emocional, tales como:
Participación en actividades manuales: “Trabajar con las manos, ya sea pintando, cocinando o tocando un instrumento, da una satisfacción inmediata”, explica el presidente. Estas actividades fomentan una conexión profunda con uno mismo y ayudan a reducir el estrés.
Pasar tiempo en la naturaleza: El contacto con el entorno natural puede ser una excelente manera de despejar la mente y relajarse. González sugiere dejar el teléfono móvil y disfrutar del aire libre sin distracciones.
Fomentar el apoyo social: “Es fundamental contar con una red de apoyo y expresar cómo nos sentimos”. La conexión con amigos y familiares es un pilar esencial para una buena salud mental.
Reducir el uso de redes sociales: Aunque pueden ser útiles, el uso excesivo de redes sociales puede llevar a la comparación constante y generar frustración, especialmente entre los jóvenes. Limitar el tiempo en línea puede ayudar a mejorar el bienestar emocional.
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