miércoles 03 de julio de 2024 - Edición Nº337

Política general

Política sanitaria

El doctor Rodrigo Bahamondes alerta de los riesgos de la toma de los nuevos fármacos para la obesidad sin asesoramiento médico

La prescripción médica evita posibles efectos secundarios y el peligro de un efecto rebote, explica el doctor Rodrigo Bahamondes, endocrino del Hospital Vithas Las Palmas


por Politican


Junto a las indudables ventajas, existen una serie de riesgos con la toma de los nuevos fármacos para la obesidad que hacen ineludible contar con asesoramiento médico antes de su consumo. De esta forma, se podrán evitar posibles efectos secundarios y el peligro de un efecto rebote, además de asegurar que estos medicamentos son la opción adecuada para el paciente. 

 

Con el mismo principio activo, la semaglutida, que el ya archiconocido Ozempic, llega a las farmacias el nuevo medicamento Wegoby. Pero mientras el primero está indicado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, Wegoby se recomienda para la pérdida de peso.

 

“Es el mismo medicamento, pero con dosis ajustadas con el objetivo principal de disminuir peso. En otras palabras, se usan dosis mayores que en Ozempic, pero sigue siendo subcutáneo y semanal, y precisando de prescripción médica”, explica el doctor Rodrigo Bahamondes, especialista en endocrinología y nutrición del Hospital Vithas Las Palmas.


Ozempic es el nombre comercial de un fármaco llamado semaglutida. Se coloca de forma subcutánea, como la insulina o la heparina, pero semanalmente. Funciona estimulando al páncreas a mejorar la secreción de insulina y a retardar el vaciado gástrico, con un efecto saciante importante. Ha causado una revolución porque además de controlar la glucemia, ayuda a bajar de peso.

 

Ozempic está indicado para personas diabéticas, y lo cubre la Seguridad Social en España a los diabéticos que ya usan otro antidiabético y que están en rango de obesidad (índice de masa corporal superior a 30 kg/m²). Como efectos secundarios frecuentes se encuentran los digestivos: náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, estreñimiento y/o reflujo gastroesofágico son algunos de los más destacados. Para que los efectos secundarios no sean tan agresivos, un especialista debe indicar cómo realizar la ingesta de Ozempic con dosis escalonadas, relata el doctor Bahamondes.

 

Respecto a posibles efectos secundarios, “la disminución de la glucosa que tiene Ozempic sólo se produce en personas que tienen hiperglucemia (diabetes), por lo que el uso en personas sanas no produciría bajadas de azúcar. El problema de usarlo en personas sanas es más bien ético, ya que aumentaríamos el desabastecimiento para personas diabéticas que sí lo necesitan. Además, Ozempic está hecho y probado con el objetivo primario de controlar la glucemia, por lo que la dosis no está ajustada con el objetivo principal de disminuir el peso”, detalla el endocrino.

 

Un desabastecimiento intermitente que se produce desde hace más de un año en farmacias de toda España y que ha obligado a los endocrinólogos a buscar diferentes opciones de tratamiento. Una de estas alternativas es Rybelsus, también con el mismo compuesto activo que Ozempic pero en formato oral y diario. No obstante, en el tratamiento de la hiperglucemia existe variedad de opciones, incluida la insulina. “Es de esperar que con la aparición en el mercado de Wegoby no se caiga en la mala práctica de indicar medicación antidiabética a gente sin diabetes”, expresa el doctor Bahamondes.

 

En el caso de Wegoby, los parámetros que debe cumplir una persona para que se le recete como método de adelgazamiento es que “padezca obesidad, es decir, su índice de masa corporal (IMC) sea superior a 30, o tenga sobrepeso grado 2 (IMC entre 27 y 30) con algún factor de riesgo cardiovascular como hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes mellitus u otros.

 

Y sobre el peligro de rebote al dejar de usarlo, lo cierto es que existe si no se consume adecuadamente ya que la labor del fármaco es aumentar la saciedad, por lo que el consumo calórico es menor. Si mientras la persona está en tratamiento con este tipo de medicamentos no se acostumbra a una rutina de ejercicio y dieta, tiene el riesgo de que al dejar la medicación vuelva a consumir más de lo que necesita y, por ende, a subir nuevamente de peso.

 

Respecto al futuro, el especialista de Vithas Las Palmas no duda de que este es el inicio de una etapa en la que aparecerán nuevos tratamientos. “Como es comprensible, al ser la diabetes y la obesidad una enfermedad en auge, la industria farmacéutica está invirtiendo más tiempo y recursos en este tipo de moléculas. Sin ir más lejos en Estados Unidos ya se comercializa Mounjaro (terzipatide), tratamiento para la diabetes tipo 2 con excelente eficacia para control glucémico y disminución de peso”.