miércoles 03 de julio de 2024 - Edición Nº337

Política general

Revista Acop

La comunicación política en TikTok vino para quedarse: ¿y ahora, qué?

Artículo publicado en La Revista de ACOP El término scrolling politics se refiere a la competencia existente entre los contenidos políticos que luchan por captar el interés del usuario en las redes sociales.


por Ana Salazar


Una mirada a la comunicación política de nuestros días que vea en TikTok una moda pasajera no adolece de miopía, sino casi de ceguera. Así nos lo indican todos los estudios de los que disponemos para valorar su influencia en la esfera pública. Los más rigurosos — publicados por organismos como Pew Research — nos avisan de su acelerada conversión en un medio clave para el consumo de noticias e información, y nos advierte de una enorme brecha generacional. El uso de Facebook se desploma entre las nuevas generaciones, donde TikTok se acomoda en un trono del que parece
inamovible; y esta tendencia poco a poco comienza a influir sobre más franjas de edad y grupos sociales, en los que TikTok crece como la plataforma de masas que Twitter/X jamás llegó a ser. Naturalmente, TikTok también es objeto de múltiples investigaciones de mercado, entre las que cabe destacar el informe anual realizado por Qustodio (multinacional enfocada al control parental) donde se concluye que TikTok es la red social preferida de los centennials españoles, con un 61% de popularidad.


Dicho informe arroja, además, datos de audiencia que dibujan una realidad que requiere de la atención, tanto de la sociedad en general, como de la comunicación política en particular: durante 2022, dicha generación estuvo dentro de la plataforma una media de 107 minutos al día a nivel global y de 96 minutos diarios a nivel nacional, lo que supone un aumento del 18% respecto a 2021, mientras que, para los mismos, Twitter/X, Facebook o Instagram, recogen datos en descenso desde 2020.


Ante este panorama de transformaciones, el siguiente artículo se plantea ofrecer una visión general a los cambios que introduce esta plataforma; en concreto, sobre la comunicación política. ¿Cómo obligan sus códigos y sus imposiciones a replantearnos nuestro trabajo? ¿De qué manera puede influir su omnipresencia en nuestras formas de plasmar estrategias o de abordar nuestra creatividad política? Para responder a esta pregunta, hemos decidido empezar por cuatro puntos concretos: el papel de la comunicación no verbal en TikTok, su impacto sobre la personalización de la política, la emergencia de nuevos tipos de ‘scrolling politics’ y el nacimiento de nuevas formas de propaganda política. Estos puntos no pueden ser más que un punto de`partida, pues el debate es inabarcable. Sin embargo, esperamos que contribuya a darle aliento a nuestra comunidad de profesionales en el entorno ideal para ello, la ACOP.


La popularización global de TikTok ahonda en la transformación del cuerpo en un medio crucial para la comunicación política. Efectivamente, no habla mos de un acontecimiento fundacional: la comunicación no verbal, hecha carne en los cuerpos y sus movimientos - y en los rostros y en sus gestos - siempre ha tenido un papel reservado en la política.


Sin ir más lejos, los vínculos que unen el baile con la política son anteriores a su relación con el estado, los partidos y, por supuesto, las campañas electorales. Asimismo, los gestos del líder, su forma de moverse —eso que borrosamente describimos como su presencia o carisma — siempre fueron una poderosa fuente de identidad, de seducción o de autoridad, incluso antes de la televisión. Prueba de lo primero es el crucial papel del baile en un sinfín de ceremonias y ritos desde el albor de la humanidad y un testimonio de lo segundo es la gestualidad hiperexpresiva que aún aso-
ciamos a los peores dictadores del siglo XX. Efectivamente, la significancia política del cuerpo y sus movimientos no es algo estrictamente nuevo, pero aun así hay algo en TikTok que supone un cambio crucial. En la era de TikTok, el giro audiovisual de los medios -de la palabra escrita a la imagen y el audio- da una nueva vuelta de tuerca y toma un nuevo centro. Ese nuevo centro de gravedad es el viejo cuerpo en movimiento,despertado por la iluminación de un anillo led o un estribillo viralizado en la plataforma. El selfie de Instagram agoniza y da paso al auto vídeo. Los jóvenes centennials dejan de perseguir el ángulo perfecto e invierten su tiempo en interiorizar gestos y formas de mirar a cámara, aprender coreografías o navegar entre inmensos catálogos de filtros 3D. Y en ese contexto de cambio, aún sin haberlo asumido, una nueva ‘forma política’ que pone por
delante al cuerpo, la gestualidad y la sobreactuación empieza a destacar sobre el resto. Los candidatos se ven obligados a bailar o, al menos, a dejarse acorralar por militantes que bailan. La instantánea fija que se publicaba en Instagram da pie a formatos de videoblog y al columnista lo remplazan nuevos tipos de creadores de opinión que gesticulan al estilo de un telepredicador. Este paisaje expresivo sí es diferente al de hace unos años y lo vemos extenderse por toda la geografía iberoamericana. Acordémonos de Keiko Fujimori pidiendo el voto desde su cama, doblando un audio de Disney en pijama mientras levanta los brazos y grita “¡Es hoy!, ¡Es hoy!”. Pensemos en Javier Milei arrancando de una pizarra el nombre de los ministerios que pretende cerrar, en los aspavientos con los que los lanza al suelo mientras grita. En la propaganda política de TikTok el contenido y la forma son un todo inseparable. Y los músculos que marcan nuestros gestos y nuestros movimientos pueden llegar a ser tan importantes como los que coordinan nuestra lengua, labios y cuerdas vocales.

 

LA PERSONALIZACIÓN DE LA POLÍTICA EN TIKTOK


La ‘forma política’ de TikTok a la que antes hacíamos referencia tiene también consecuencias ineludibles para la irrefrenable personalización de la política. Este proceso es, en sí, inseparable de la mediatización de la política y, sobre todo, del curso que esta toma en entornos digitales. Pero por encima de todo, es más clara y evidente en TikTok que en cualquier otra plataforma.

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