por ACOP
Cada año deja imágenes. Pero hay años en los que las imágenes no son solo registro: son síntoma; alerta. Son diagnóstico de un tiempo que no siempre alcanza a explicarse con palabras. 2025 ha sido un año así. La guerra —o guerras, porque ya no se puede hablar en singular— ha atravesado las agendas políticas y ha condicionado la comunicación pública de los grandes líderes internacionales. Y, entre todos ellos, uno ha dominado de forma sostenida el relato visual de estos meses: Donald Trump, que ha aparecido en algunos de los escenarios más tensos y simbólicos del año.
Tres fotografías —tres escenas concretas, tres momentos que comparten protagonista y contexto bélico— han logrado resumir algo más profundo: cómo el poder se representa cuando todo se tambalea; cómo se negocia, cómo se protege y cómo se percibe su fragilidad. Este artículo recorre esas imágenes, las analiza y las coloca dentro de un marco mayor: el de una fotografía política que, en tiempos de conflicto, deja de ser accesoria para convertirse en lenguaje decisivo.
UN AÑO EN IMÁGENES: LA GUERRA COMO ESCENARIO PERMANENTE
La fotografía política, en años de estabilidad, suele moverse dentro de códigos gestos, en los cuerpos, en las distancias entre personajes. Y este año, esa tensión ha tenido un rostro claro: el de Donald Trump, inmerso en escenarios donde la diplomacia, la presión militar y el cálculo político se confunden.
Las tres imágenes seleccionadas no solo ilustran un año difícil; lo explican. En ellas se percibe un cambio de etapa respecto a cómo se representaba el poder hace una década. Ya no basta con decorar el fondo institucional. El poder, en guerra, se representa desde la fricción, el gesto, la incomodidad.

1. EL FRACASO DEL ACUERDO — TRUMP Y ZELENSKI EN EL DESPACHO OVAL
La primera fotografía es, quizá, la más clásica en términos de composición institucional, y al mismo tiempo, la que más contradicción contiene. El escenario no necesita presentación: el Despacho Oval, cargado de símbolos, alfombras impecables, cortinas doradas y objetos que evocan continuidad y tradición. Pero esta vez, la solemnidad no funciona como armadura, sino como contraste frente a una escena tensa, casi quebrada.
LA LECTURA DEL GESTO
Donald Trump ocupa el centro. A su derecha, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. A la izquierda, el vicepresidente JD Vance. La imagen está construida alrededor del gesto, un gesto que no encaja con la narrativa oficial que suele acompañar estos encuentros. Trump aparece hablando con las manos abiertas, intentando explicar o justificar algo. Zelenski, rígido, con las manos unidas, parece contener la respuesta. Vance, a un lado, mantiene una postura de calma forzada, como quien intenta evitar que la escena se desborde.

2. EL SUSURRO — LA POLÍTICA HECHA GESTO
Si en la primera imagen vemos el conflicto externo, la segunda fotografía nos muestra el interno: dos personas, un mensaje urgente, una decisión que se toma en segundos.
UN ENCUADRE ÍNTIMO PARA UN MOMENTO DECISIVO
La escena es conocida en todo el mundo: el secretario de Estado, Marco Rubio, interrumpe a Trump, se acerca y le susurra una información crucial. La iluminación es baja, el fondo casi desaparece. Toda la atención se concentra en los rostros y, sobre todo, en el gesto del presidente. Trump gira el cuello, levanta ligeramente la barbilla y escucha con una mezcla de desconfianza y alerta. No es una expresión neutra. Es la expresión de alguien que sabe que lo que está escuchando cambia el tablero.
El fotógrafo elige un encuadre muy cerrado, casi cinematográfico. No hay espacio para distraerse. No hay ruido. Solo una decisión en ciernes.

3. DOS SILLAS EN SAN PEDRO — EL PODER REDUCIDO A ESCALA HUMANA
La tercera fotografía es, sin duda, la más simbólica. Tiene un peso visual que no depende solo del gesto o de la tensión, sino del espacio.
EL ESCENARIO LO DICE TODO
Ocurre minutos antes del funeral del papa Francisco, en la Basílica de San Pedro. El mármol, los patrones circulares, la arquitectura monumental… Todo hace que los dos líderes —Trump y Zelenski— parezcan pequeños, casi vulnerables. Dos figuras solitarias en medio de un edificio cargado de historia, en un momento donde el duelo y la guerra se cruzan.
Ambos se sientan frente a frente, en dos sillas rojas. La luz es suave. El fotógrafo decide alejarse, dejar que el espacio respire....
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