Manuel Miranda: "El trabajo callado de 2025 dará sus frutos con la ejecución de grandes obras hidráulicas en 2026"

El consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, ha realizado un exhaustivo análisis de la situación actual del archipiélago en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín", marcando una clara línea divisoria entre los esfuerzos administrativos realizados durante el presente año y la materialización de proyectos prevista para el próximo ejercicio. 

Balance de gestión y hoja de ruta

Según el consejero, 2025 ha sido un año de "trabajo callado, constante y doloroso a veces", caracterizado por la complejidad burocrática. Sin embargo, este esfuerzo invisible ha permitido "ultimar todas esas obras estratégicas" para que, a principios del año 2026, el Gobierno pueda "sacar las licitaciones y ponerlas en ejecución". Miranda reconoce que, tras más de dos años de gestión, se encontró con una consejería donde muchas iniciativas eran simplemente "proyectos en papel" sin profundidad técnica. Ahora, con la fase administrativa concluida, el objetivo es que esas infraestructuras, especialmente las relacionadas con el ciclo integral del agua, comiencen a ser una realidad tangible, aunque él mismo admite con humildad que quizás "las inauguraciones y las cintas" no las corte este gobierno, pero quedarán como un legado fundamental para las islas.

La planificación hidráulica como prioridad absoluta para evitar sanciones

Uno de los ejes centrales de la gestión de Miranda es, sin duda, el agua. La preocupación por la escasez y la necesidad de una gestión eficiente ha llevado a la Consejería a mantener una estrecha colaboración con los cabildos. Tras la reciente reunión celebrada en La Gomera con la Mesa del Agua, el consejero ha sido tajante respecto a la planificación hidrológica para el nuevo ciclo que abarca desde enero de 2028 hasta 2033. El objetivo es claro: "No nos puede volver a ocurrir que Europa nos abra un expediente sancionador porque no hemos hecho nuestros deberes".

La complejidad de las obras y la colaboración interadministrativa

Miranda enfatiza que el secreto de una buena planificación reside en la coordinación entre el Gobierno y los consejos insulares. Estas reuniones rotatorias por las islas permiten evaluar el seguimiento de obras con financiación autonómica, estatal y los fondos Next Generation. No obstante, el consejero no oculta las dificultades titánicas que enfrenta su departamento. Califica la gestión de una obra hidráulica como "extremadamente complicado" y, hablando en términos coloquiales, asegura que es "un dolor".

Los obstáculos son múltiples: desde la obtención de informes de Costas desde Madrid, que pueden demorarse meses, hasta las evaluaciones ambientales y la disponibilidad de suelo. A esto se suma un problema logístico importante en las islas no capitalinas: "Encontrar empresas que te hagan una depuradora en La Palma o El Hierro es complicadísimo". A pesar de ello, Miranda se muestra optimista sobre el futuro, citando ejemplos como la ampliación de la depuradora de Puerto del Rosario, una obra de casi 20 millones de euros que permitirá desbloquear la concesión de licencias urbanísticas, actualmente paralizadas por falta de capacidad de depuración.

La crisis medioambiental en Telde: Prudencia frente al alarmismo

Otro de los temas candentes abordados por Manuel Miranda es la situación de las playas de Telde (Salinetas, Melenara, Aguadulce, Tufia y Ojos de Garza), que siguen cerradas debido a la aparición de peces muertos y suciedad. Frente a las quejas del Ayuntamiento de Telde y la solicitud de reuniones urgentes, el consejero hace un llamamiento a la calma y a la veracidad de la información.

Miranda asegura que "no hay ningún inconveniente" en reunirse, pero percibe "un poco de alarma por parte del Ayuntamiento". Según la información recabada por la Viceconsejería de Pesca y las consultas a la empresa responsable, la mortandad observada entra dentro de los parámetros normales de una explotación industrial, representando "solo un 10% de la vida que hay en esas jaulas". El consejero explica que, aunque las imágenes de peces en superficie pueden ser impactantes, en el fondo las jaulas siguen llenas de vida.

El Gobierno de Canarias activó el Plateca (Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil), convocando a un consejo asesor técnico con expertos de la Universidad de Las Palmas, el PLOCAN y la AEMET, alejando el foco de la política para centrarse en "garantías científicas". Miranda insiste en que la información de la que disponen es que "las jaulas estaban ya limpias" y que los vertidos orgánicos iniciales están controlados, aunque reconoce que podrían llegar restos líquidos a la orilla.

Sobre la reapertura de las playas, el consejero se muestra cauto: "Imposible de prever" una fecha exacta. Aunque las condiciones mejoran, la prioridad absoluta es la salud de las personas. "Mientras Salud Pública siga haciendo esas recomendaciones de cierre, hay que ser prudente", afirma, reconociendo el perjuicio para bañistas y negocios locales. Además, aclara que el origen de la mortandad —ya sea un vertido, una mala gestión o causas naturales— está siendo investigado por el Seprona, la Guardia Civil y la Fiscalía.

Seguridad en el litoral y la lucha contra las imprudencias turísticas

La trágica cifra de fallecidos por ahogamiento en las costas canarias, especialmente en Tenerife, ha puesto en alerta al Ejecutivo regional. Miranda vincula estos sucesos no solo a las condiciones del mar, sino a un cambio en el comportamiento de los visitantes.

El consejero lamenta que muchos turistas acudan a zonas peligrosas, como los charcones del norte de Tenerife, guiados por imágenes idílicas en internet. "Ven un charcón precioso, dicen 'qué idílico', y van a sacar la foto", explica Miranda, advirtiendo que lo que no se dice en esas publicaciones es que, en determinadas condiciones, esas piscinas naturales son "auténticas ratoneras".

Existe un profundo desconocimiento geográfico y meteorológico por parte de los visitantes. Miranda recuerda que, para los residentes locales, "el mar del norte era un tabú", sabiendo que es un mar abierto y duro donde no se les pasaba por la cabeza bañarse. Sin embargo, el turista a menudo ignora que detrás de una aparente calma pueden llegar series de olas que "superan tres o cuatro veces las olas normales y arramblan con la gente".

Ante la sugerencia de utilizar el sistema ES-Alert para avisar a los turistas de condiciones peligrosas en zonas localizadas, Miranda se muestra escéptico. Explica que esta herramienta está diseñada para situaciones de protección civil generalizadas y extremas, ya que el mensaje llega a todos los móviles conectados a las antenas de la zona, sin discriminar. "No puedes hacer una señal de alerta en el norte de Tenerife, porque la gente se acaba yendo al otro lado", argumenta. Además, la activación de este sistema es competencia del Estado.

La estrategia del Gobierno pasa por intensificar la comunicación con el sector turístico (hoteles, asociaciones) y continuar con las campañas de prevención, aunque Miranda admite la dificultad de llegar al usuario final, especialmente a aquellos en viviendas vacacionales. "Falta conocimiento, falta conciencia", sentencia, reconociendo que a menudo se saltan las prohibiciones y la señalética.

Gestión de residuos y recuperación del paisaje: El hito de Las Chafiras

Finalmente, en el ámbito de la protección del territorio, el consejero ha valorado muy positivamente el sellado del vertedero ilegal de Las Chafiras, en San Miguel de Abona. Aunque no era la actuación más grande en términos de volumen, tenía un "impacto visual muy importante" por su ubicación en un barranco.

La operación fue compleja, requiriendo trabajo manual debido a lo abrupto del terreno para retirar restos de construcción y otros materiales. Tras la limpieza, se ha procedido a repoblar la zona con flora autóctona como cardones y tabaibas. Sin embargo, Miranda expresa su frustración ante la persistencia de los vertidos incontrolados en todas las islas.

El consejero, se lamenta al ver que mientras la administración invierte dinero público en regenerar espacios, hay "gente inconsciente" que sigue vertiendo escombros en barrancos, muchas veces en horario nocturno, para evitar pagar las tasas de los complejos ambientales o puntos limpios. Miranda señala que no se trata solo de grandes vertidos industriales, sino a menudo de pequeñas obras domésticas donde prima el interés económico sobre el respeto al medio ambiente.

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