El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria impulsa la mejora hidráulica de Casa Ayala con la licitación del nuevo colector de la calle Risco Quío

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Unidad Técnica de Aguas, ha sacado a licitación el proyecto de la red separativa de alcantarillado en la calle Risco Quío, en el barrio de Casa Ayala, para mejorar los problemas que ocasiona la infraestructura actual durante episodios de lluvia moderada o intensa.

Esta intervención, con un presupuesto base de 156.536,38 euros, dará respuesta a una demanda que ha sido objeto de seguimiento técnico tras comprobarse del exceso de caudal y de la insuficiencia de la red unitaria existente. 
Así, la actuación permitirá mejorar de forma notable la capacidad del sistema de alcantarillado de Casa Ayala y reducir los riesgos asociados a los episodios de lluvia, además de continuar avanzando en los trabajos de modernización de las infraestructuras hidráulicas de la ciudad.

La calle Risco Quío dispone en la actualidad de un colector por el que discurren de forma conjunta las aguas residuales y las pluviales, lo que provoca desbordamientos reiterados y afecciones tanto al vecindario como al entorno natural. El trazado desciende hasta conectar con un tramo paralelo al barranco de Tenoya y continúa aguas arriba hasta su enlace con la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Tenoya. La red, compuesta por tuberías de PVC y hormigón con un diámetro de 315 mm, ya había sido objeto de actuaciones parciales en 2017, cuando se elaboró un proyecto para reducir incidencias e instalar dos pozos de resalto.

La nueva actuación plantea la ejecución de una red separativa que permitirá canalizar de forma independiente las aguas residuales y las pluviales. El trazado se ha diseñado a media ladera y reduce en unos 330 metros el recorrido del colector actual. El colector residual se conectará al pozo existente en la parte alta de la calle Risco Quío, mientras que el colector pluvial derivará el agua desde las rejillas situadas en la cabecera de la vía hasta una rampa de escollera ubicada en el lecho del barranco, donde se resolverá un desnivel de 45 metros para eliminar los desbordamientos superficiales.

Para garantizar el comportamiento hidráulico del sistema, se ha realizado un estudio específico mediante un modelo matemático. El análisis, basado en una lluvia de diseño con un periodo de retorno de diez años y una duración de 135 minutos, confirma la idoneidad del diámetro de 400 mm para ambos colectores y la necesidad de prever elementos como pozos de resalto para evitar procesos de erosión vinculados a las velocidades estimadas.

El proyecto define la renovación de los colectores residuales y pluviales con diámetros nominales de 400 mm, fabricados en polipropileno corrugado de doble pared y equipados con un sistema de unión de alta estanqueidad. El trazado discurrirá enterrado en la zona urbana y anclado a dados de hormigón en la ladera, con fijaciones diseñadas para garantizar la seguridad frente a los desniveles del terreno. La intervención incluye la instalación de pozos de resalto y pozos de registro prefabricados de hormigón armado, con sus correspondientes marcos y tapas de fundición conforme a la normativa vigente.

Antes del inicio de la obra se realizará el replanteo completo del trazado y de los elementos hidráulicos, así como la señalización necesaria para garantizar la seguridad del tráfico y de los peatones. El ámbito permanecerá vallado y balizado durante toda la ejecución, siguiendo lo establecido en la Ordenanza de Calas y Canalizaciones del Ayuntamiento y en el resto de las disposiciones aplicables.