por Politican
En una coyuntura marcada por la inestabilidad en diversas latitudes, desde el Caribe hasta Oriente Medio, la Autoridad Portuaria de Las Palmas, bajo la presidencia de Beatriz Calzada, navega entre retos logísticos y oportunidades de crecimiento sin precedentes.
A través de un análisis detallado de la situación actual, Calzada desglosa en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín" cómo los conflictos internacionales, el auge del turismo de cruceros y la proyección internacional en Latinoamérica están redefiniendo el papel estratégico de Canarias en el mapa mundial.
La reciente escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela, acentuada por la declaración de Nicolás Maduro como objetivo por parte de la administración estadounidense y el despliegue de activos militares en el Caribe, plantea interrogantes inmediatos sobre el tráfico marítimo en el Atlántico. Aunque a priori podría parecer un escenario lejano, la interconexión global hace que cualquier movimiento de fichas afecte a los nodos logísticos clave.
Beatriz Calzada, recién llegada de una misión internacional en Perú, ha podido constatar de primera mano las consecuencias inmediatas de esta crisis. Según la presidenta, el impacto inicial no se siente tanto en el mar como en el aire. "De forma inmediata donde primero se va a notar es en el tráfico aéreo", asegura Calzada, relatando su propia experiencia al tener que modificar su ruta de regreso para evitar el espacio aéreo venezolano.
En cuanto al tráfico marítimo, la presidenta llama a la calma, indicando que Venezuela no constituye actualmente una de las rutas mayoritarias del Puerto de Las Palmas. "Esperemos que esa afección no se deje notar", comenta, aunque reconoce que "todo afecta siempre de alguna manera". La estrategia del puerto se ha centrado en mejorar relaciones con otras zonas del Caribe, manteniendo a Venezuela fuera de sus proyectos a corto plazo, lo que podría blindar a la instalación canaria de un impacto directo negativo.
Sin embargo, la crisis política tiene una lectura de oportunidad comercial para Canarias. Calzada explica que la dificultad de los países iberoamericanos para comerciar libremente con el norte —específicamente con Estados Unidos, su mayor comprador— obliga a estas economías a buscar nuevos mercados.
"Todo lo que sea complicar aún más la subida de todos esos productos hacia las zonas norte... obviamente nos puede beneficiar", analiza la presidenta. La lógica es clara: los productores de alimentos y minerales de Sudamérica deben externalizar sus mercancías hacia otros grandes consumidores, y la mirada se dirige inevitablemente hacia África y el norte de Europa.
Aquí es donde el Puerto de Las Palmas juega su carta más fuerte. "Jugamos un papel importante porque la mayoría de esos países en lo que están pensando es en África como ese gran consumidor", afirma Calzada. Para llegar a ese mercado emergente, los exportadores necesitan puertos seguros y con normativa europea, características que definen a la instalación grancanaria. Las Palmas se posiciona no solo como un punto de escala, sino como un verdadero hub logístico de distribución, siendo, en palabras de su presidenta, "el mejor puerto conectado con África".
Mientras la geopolítica reordena las rutas de carga, el sector turístico vive un momento dulce. Las cifras son elocuentes: el Puerto de Las Palmas ha registrado un aumento del número de cruceros superior al 40%, y las previsiones para el cierre del año son históricas.
La temporada alta, que se extiende hasta marzo o abril, promete superar todas las expectativas. El operador Global Ports Canary Islands ha trasladado a la Autoridad Portuaria unas previsiones optimistas: "Posiblemente este año superemos los 2 millones de cruceristas en las tres islas: Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura", revela Calzada.
Este crecimiento, que ya roza un aumento del 18% en el flujo de pasajeros, no es casualidad. Responde a una tendencia global donde el sector de cruceros está claramente al alza, con armadores encargando más barcos para satisfacer una demanda creciente. Para gestionar este volumen, la infraestructura ha tenido que evolucionar. La puesta en funcionamiento de cuatro nuevas terminales de cruceros (Puerto del Rosario, dos en Arrecife y la del muelle Santa Catalina en Las Palmas de Gran Canaria) ha sido decisiva para mejorar la gestión y la experiencia del turista.
El perfil de este visitante es, según la presidenta, el de un "turista amable" que dinamiza la economía local. "Se bajan y se distribuyen por todo nuestro territorio... consumen aquí, hacen gasto en nuestra ciudad", destaca, subrayando el beneficio directo para el comercio y la restauración local.
Recientemente, ha surgido cierta inquietud en el sector respecto a una posible subida de tarifas que podría, según algunas voces, paralizar el tráfico. Beatriz Calzada ha sido tajante al desmentir esta narrativa, calificando la situación de "muy mal explicada".
La presidenta aclara que al tratarse de suelo público, los servicios están sujetos a tarifas, pero lo que se aprueba son tarifas máximas. "Esto no significa que haya que ir a lo máximo", puntualiza. De hecho, los operadores ya están negociando precios más bajos dentro de ese margen.
El argumento de Calzada apela a la lógica empresarial: sería contraproducente para un operador como Global Ports, que acaba de realizar una inversión de más de 40 millones de euros en las nuevas terminales, establecer precios que ahuyenten a sus clientes. "Lo que le interesa precisamente es asegurarse que vienen los cruceros para poder amortizar una inversión tan importante", argumenta. Por tanto, el mensaje es de tranquilidad: la competitividad del puerto no está en riesgo.
La gestión portuaria no está exenta de desafíos medioambientales y de convivencia con el entorno urbano. El reciente cierre de playas en Telde, desde Melenara hacia el sur, ha generado especulaciones sobre posibles vertidos procedentes de buques, mencionándose incluso sustancias como el ácido sulfhídrico.
Ante las quejas sobre la falta de información, Beatriz Calzada mantiene una postura de prudencia absoluta y niega tener constancia de que el origen sea el tráfico marítimo. "No nos consta ningún tipo de vertido ni ninguna denuncia, ni nada, ninguna alerta respecto a un vertido de barco", sentencia.
Aunque reconoce que la "tendencia natural siempre es mirar a los barcos" cuando ocurren estos incidentes, la presidenta insiste en esperar a los resultados de las investigaciones que están llevando a cabo la Fiscalía y otros organismos. La participación de la Autoridad Portuaria en el Plateca se debe a su titularidad sobre el emisario submarino de Melenara, no a una confirmación de culpabilidad de algún buque. "Yo creo que hay que ser muy prudente... cuando tengamos algún dato cierto sobre el que podamos realmente tomar medidas... será el momento de poder decir algo", concluye, evitando alimentar rumores sin base científica.
El crecimiento del 16% en el tráfico total del Puerto de Las Palmas no es fruto del azar, sino de una combinación de factores geopolíticos y una intensa labor de diplomacia comercial y formación técnica que proyecta la "marca Las Palmas" al exterior.
La reciente visita a Perú se enmarca en el programa de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) denominado TrainForTrade. El Puerto de Las Palmas participa como socio estratégico para la capacitación de personal portuario en países en desarrollo.
"Es un proyecto sumamente interesante... no solo porque es una manera de contribuir al desarrollo de otros países, sino porque además al final lo que estamos es tejiendo una red de contactos", explica Calzada. Esta red de habla hispana ha permitido afianzar relaciones con naciones como Panamá, Argentina, República Dominicana y Bolivia.
Una de las revelaciones más llamativas de Calzada es el nivel de desconocimiento que aún existe sobre las capacidades de Canarias en el exterior. "Nos conocen menos de lo que podemos pensar", admite. Sin embargo, programas como el de la ONU permiten revertir esta situación. Los mejores alumnos de estos cursos viajan a Las Palmas y regresan a sus países "impresionados con lo que ven".
Estos profesionales, que acabarán ocupando puestos de responsabilidad en sus respectivos países, se convierten en embajadores de la eficiencia del puerto grancanario. "La referencia que tienen es el Puerto de Las Palmas", señala la presidenta, destacando el valor incalculable de este "poder blando" para futuras relaciones comerciales.
Finalmente, al analizar las claves del éxito que han llevado al aumento del tráfico de mercancías y contenedores, Calzada apunta a la seguridad y la ubicación estratégica en tiempos convulsos, como el cierre del Canal de Suez y la inestabilidad en el Mar Rojo. El puerto ha demostrado una capacidad de reacción sobresaliente ante una demanda disparada.
"Es un éxito de toda la comunidad portuaria... pero desde luego es un éxito de todas las empresas privadas", reconoce Calzada, alabando la labor de los estibadores y las terminales. La capacidad de adaptarse de la noche a la mañana a un flujo mucho mayor de contenedores, que requieren estiba, desestiba y distribución, demuestra que el Puerto de Las Palmas no es solo un punto en el mapa, sino una maquinaria logística de precisión, altamente cualificada y preparada para los retos del comercio mundial del siglo XXI.
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