por Politican
Abbas Moujir, Presidente de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (FAUCA), desgrana en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín" los desafíos, paradojas y temores que acechan al tejido comercial de las islas.
Desde la inminente llegada de la facturación electrónica hasta la vorágine de campañas comerciales que desdibujan el calendario, las palabras de Moujir pintan un retrato fidedigno de un sector en constante lucha. Un sector que, si bien celebra el aumento de las ventas, también es testigo de una dolorosa "destrucción de comercio" que amenaza con cambiar para siempre el rostro de nuestras ciudades. Este análisis no es solo una radiografía del presente, sino una advertencia sobre el futuro del comercio de proximidad.
Emprender nunca ha sido un camino de rosas, pero en el contexto actual, para muchos se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos. Moujir pone el foco en una de las preguntas más relevantes que cualquier emprendedor se hace: ¿es viable abrir un negocio hoy en día? La respuesta, lamentablemente, está cargada de matices y preocupaciones.
La decisión de emprender, de lanzarse a una actividad comercial, se topa de frente con una realidad abrumadora. Según Moujir, “uno se plantea muchas veces cómo se puede abrir un negocio cuando, y sobre todo por un autónomo, vemos todas esas dificultades que se están implantando”. No se trata de una percepción subjetiva, sino de una acumulación de cargas económicas y burocráticas que asfixian al más valiente.
El presidente de FAUCA enumera una letanía de incrementos que impactan directamente en la viabilidad de los pequeños negocios:
- Incremento de la cuota de autónomos: Anunciada para el próximo año, supone una carga fija más elevada desde el primer día.
- Nuevas normativas constantes: Cambios en áreas como la prevención de riesgos laborales que exigen una adaptación y, a menudo, una inversión continua.
- Costes salariales y de cotización: La subida de los costes laborales dificulta la contratación y el mantenimiento del personal.
- Alquileres y transporte: Dos de los gastos operativos más significativos que no han dejado de escalar, mermando los márgenes de beneficio.
Esta espiral de costes crecientes genera un temor palpable. Moujir lo expresa claramente al señalar que “todas las trabas que se le está poniendo a los autónomos hace que muchos teman” si deben o no continuar con su actividad. Es una lucha diaria por la supervivencia en un entorno cada vez más hostil.
Por si la carga no fuera suficiente, en el horizonte aparece un nuevo desafío tecnológico y administrativo: el sistema de facturación electrónica Verifactu. Esta nueva obligación, que entrará en vigor a principios de año para personas jurídicas y a mediados para autónomos, está generando una considerable dosis de ansiedad.
Moujir reconoce que, como toda novedad, “va a generar quizá una cierta confusión”. El problema no es solo la adaptación a un nuevo sistema, sino el momento y las condiciones en las que llega. La obligación de presentar una factura electrónica en un plazo de cuatro días se percibe como una presión añadida para autónomos que ya están desbordados.
Ante esta situación, la petición desde FAUCA es clara: empatía y flexibilidad por parte de la administración. Moujir expresa su esperanza de que sean conscientes de las dificultades iniciales. “Esperamos que cuando entre en vigor, ese desfase que puede haber en los primeros días, los primeros meses, pues no supongan una sanción por parte de la administración”, afirma. La implementación, además, coincide con el 1 de enero, un periodo de ventas crucial donde el pequeño comerciante está centrado en vender, no en descifrar nuevas normativas. Para más de un comercio, subraya, esos días le resuelven parte de la campaña.
Uno de los puntos más reveladores y preocupantes del análisis de Abbas Moujir es la aparente contradicción que vive el sector. Por un lado, se observa un incremento de ventas y una creación de empleo sostenida, aunque con una leve desaceleración reciente. Por otro, la sangría de cierres es incesante. “Vemos cómo se destruye también negocio, como la destrucción de comercio no para”, lamenta.
Esta paradoja desconcierta a muchos: “¿Por qué se produce esto? Crecimiento de venta, creación de empleo y destrucción de comercio”. La respuesta que ofrece Moujir apunta a un cambio estructural profundo en el modelo comercial.
La explicación a esta extraña dinámica es, según el presidente de FAUCA, que “lo que se está produciendo también es una concentración”. En otras palabras, está desapareciendo el comercio autónomo, el pequeño negocio familiar, mientras el mercado se concentra en grandes grupos empresariales del sector. El volumen de negocio total puede que aumente, pero se reparte entre menos manos, y esas manos son cada vez más grandes y poderosas. Este fenómeno no solo tiene implicaciones económicas, sino también sociales, ya que amenaza la diversidad comercial y la vida de los barrios.
El Black Friday se ha consolidado como una fecha clave en el calendario comercial, una campaña que, según Moujir, “ha venido para quedarse y ya se ha implantado como algo también nuestro”. Sin embargo, detrás de las luces y los grandes carteles de descuentos, se esconden prácticas que merecen una seria reflexión y, sobre todo, una advertencia al consumidor.
Moujir es tajante al diferenciar las prácticas del pequeño comercio de las de otras grandes plataformas online. A través de la Confederación Española de Comercio se han denunciado estrategias poco éticas por parte de algunos gigantes digitales. “Hay que tener en cuenta a esas plataformas sobre todo que utilizan artilugios de que en algunos casos incrementan precio para después reducirlo”, advierte.
Por ello, su recomendación al consumidor es directa y necesaria: informarse previamente, comparar y asegurarse de que el descuento es real. En un entorno digital donde es fácil manipular el "precio anterior", la transparencia se convierte en un valor fundamental.
Frente a estas prácticas dudosas, Moujir posiciona al comercio de proximidad como un bastión de confianza. Es el pequeño comerciante el que mantiene sus precios estables durante el año y aplica un descuento genuino durante la campaña. En sus propias palabras: “Realmente el que garantiza, da calidad, da servicio y realmente cuando hace el descuento sí que es un descuento, es el comercio local, el pequeño comercio”.
Además, señala que muchas de estas plataformas sacan productos específicos de menor calidad para la campaña, a diferencia del comercio a pie de calle, que ofrece su surtido habitual. Curiosamente, esta saturación y falta de transparencia está llevando a que muchas marcas ya no participen en la campaña de Black Friday, buscando desmarcarse de una estrategia que, en ocasiones, genera más confusión que valor.
Finalmente, Abbas Moujir reflexiona sobre un fenómeno cultural y comercial que todos percibimos: la aceleración y superposición de las campañas. La Navidad comienza cada vez antes, solapándose con el Black Friday, mientras las tiendas aún exhiben ropa de verano y ya se presentan los carteles del Carnaval.
El encendido de las luces navideñas, que antes marcaba el inicio de la temporada, se adelanta cada año. “Esto sí que está obligando cada vez a que los municipios adelanten el alumbrado”, explica Moujir, lo que a su vez empuja a los comercios a adelantar su decoración y campañas. Esta carrera por ser el primero crea una dinámica vertiginosa que puede llegar a saturar al consumidor.
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