Póngame un Debate de Investidura por favor

Cada cierto tiempo se da la circunstancia de que se marca un punto de inflexión en la vida política. En esta ocasión, el Debate de Investidura de Alberto Núñez Feijóo de esta semana que arranca, viene marcado como ese punto de cierre y el culmen de unas semanas un tanto amargas para los populares que, con la manifestación de este domingo han querido endulzar rodeándose de los suyos.

Una imagen, la dada por el PP este pasado domingo que no corresponde con la realidad política del país. Pero igual pasa cuando este tipo de citas las organiza el PSOE u otras formaciones. Alardean de conseguir decenas de miles de manifestantes cuando, sin duda, la amplia mayoría de los presentes en este tipo de encuentros están por disciplina de partido, por ideología o porque si no estás puede que alguien se acuerde cuando quieras ir en una lista electoral. Y si me equivoco pregunte a su círculo más cercano si fue a la concentración de ayer, o ha ido a cualquier otra manifestación similar para que vea la respuesta.

Pero tras la cita del domingo, las miradas, sin duda, estarán en el Congreso de los Diputados que estará a rebosar y no podrá faltar nadie. Porque son muy pocos los apoyos que le faltan a Feijóo y porque, si de repente alguien se pone enfermo, o se queda dormido, podría decidir la balanza hacia el candidato popular. Cierto es que Feijóo lo tiene muy difícil, pero no es la primera vez que se dan sorpresas en política.

De no conseguirlo Feijóo, se daría paso al hipotético pleno de investidura de Sánchez, que los socialistas pretenden que sea cuanto antes para que los partidos que le están exprimiendo a peticiones no tengan más tiempo de seguir exigiéndole al PSOE más por lo mismo, y esto tendrá que ser antes del 27 de noviembre, fecha límite en la que, de no haber presidente, el Rey tendrá que disolver las Cortes y convocar unas nuevas elecciones.

Por eso esta semana marcará un punto de inflexión en la vida política de muchos…el resultado, lo veremos en cuestión de horas.