por Politican
Juan Antonio Alonso, consejero delegado de GMR Canarias cuenta en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín", como esta iniciativa se erige como una herramienta estratégica para tejer un futuro próspero y equilibrado para toda Canarias.
Alonso desvela las claves del éxito de la primera edición y traza las líneas maestras de lo que será una versión mejorada y más ambiciosa de cara a 2026. Este no es un simple programa de ayudas; es un motor de cambio que busca empoderar a los ayuntamientos, fomentar la colaboración y, en última instancia, convertir la vida en el campo en una “ventaja competitiva”, tal y como destaca.
El éxito de la primera edición de Dinamiza Rural no es una percepción, sino una realidad palpable que se medirá con datos. Sin embargo, la sensación de haber acertado ya impregna el ambiente. Juan Antonio Alonso describe el momento actual como una "luna de miel", una fase de celebración tras la confirmación de que el proyecto continuará hasta 2026. Pero lejos de la autocomplacencia, el foco está puesto en la mejora continua y en capitalizar la experiencia adquirida.
La razón fundamental para la continuidad de Dinamiza Rural reside en los resultados de su primer año. Alonso destaca la enorme respuesta tanto de los promotores como del público. "Hemos visto la afluencia de gente interesada en hacer proyectos de estas características unido al público que ha llevado aparejado", señala. Este interés ha sido especialmente notable en áreas que a menudo quedan fuera del foco principal, aquellos "municipios que a veces los tenemos olvidados desde el punto de vista de las zonas urbanas y costeras".
El impacto más tangible ha sido, sin duda, el económico. El programa ha inyectado una suma considerable directamente en las economías locales. "Hemos dejado esa cantidad económica que son aproximadamente 2 millones y medio de euros en los municipios de menos de 10.000 habitantes", afirma Alonso. Pero la clave no está solo en la cantidad, sino en la metodología. Se ha insistido en una premisa fundamental: que los proveedores sean locales. "Si es posible, el proveedor del servicio sea del propio municipio que contrae el servicio". Esta directriz asegura que el dinero no solo llega, sino que se queda, circula y genera un efecto multiplicador en la restauración, la agricultura y los servicios locales. Aunque Alonso admite con humildad que "es un dato para marcar un camino, no es un dato definitivo", el precedente sentado es poderoso.
Con la vista puesta en el futuro, el equipo de GMR Canarias ya trabaja en una "versión dos mejorada". El primer paso será un diálogo constructivo. Alonso anuncia su intención de entrar "en un debate con Fecam [Federación Canaria de Municipios], hacer una encuesta propositiva, de tal manera que sean los propios ayuntamientos los que hagan el balance de la intervención".
A partir de este diagnóstico, se abordarán áreas de mejora identificadas. Una de ellas es la agilidad. Si bien ha sido un pilar en la ejecución de proyectos pequeños, se reconoce la necesidad de adaptar los tiempos para iniciativas de mayor calado. "Para proyectos de mayor envergadura que un contrato menor, pues tendremos que tener un tiempo precioso que estamos consiguiendo", explica. El objetivo es claro: aprovechar el ciclo completo del año para planificar y ejecutar actividades "igual de interesantes y con mayor envergadura económica". Se trata, en sus palabras, de "gestionar el recurso de manera eficiente".
Uno de los pilares filosóficos de Dinamiza Rural es la creencia de que "juntos somos más y mejor". El proyecto no concibe a los municipios como islas aisladas, sino como nodos de una red interconectada que puede y debe compartir conocimiento y experiencias. La colaboración es la savia que nutre la innovación en el entorno rural.
Alonso pone sobre la mesa una asignatura pendiente que la nueva fase del proyecto buscará abordar: la trazabilidad y la replicación de ideas exitosas. Ha observado iniciativas de gran valor en lugares tan diversos, por ejemplo, como La Aldea de San Nicolás, Vilaflor o Breña Alta, y ve un potencial enorme en conectar estos puntos. La propuesta es "hacer una conciliación de esas actividades y hacer una trazabilidad", lo que permitiría que una buena idea surgida en un municipio pueda inspirar a otros.
La clave, subraya, no es la copia, sino la adaptación inteligente. Se trata de "generar el valor suficiente en comunicación y en formas de ser de hacer para conseguir, no plagiar, pero sí imitar ese tipo de proyectos que generan riqueza en estos municipios". Esta polinización cruzada de ideas es una forma orgánica y eficiente de acelerar el desarrollo, evitando que cada ayuntamiento tenga que reinventar la rueda y fomentando un ecosistema de aprendizaje colectivo.
En este engranaje, GMR Canarias se posiciona no como un mero gestor de fondos, sino con un rol mucho más profundo y proactivo. La visión de Alonso es la de "convertirnos en facilitadores de ideas que regeneren el desarrollo rural de Canarias". Esto implica dar un impulso decidido a una nueva generación de profesionales del campo.
El proyecto se atreve a mirar hacia el origen, hacia aquellos que son el futuro del sector primario: "jóvenes, emprendedores, agricultores, ganaderos, pescadores, por supuesto, pero también otro tipo de profesiones que se vinculen al municipio". Se busca premiar la iniciativa y crear un entorno donde las buenas ideas puedan florecer, respaldadas por una administración pública que actúa como aliada y no como barrera.
Es crucial entender que Dinamiza Rural, a pesar de su notable impacto, no es una iniciativa aislada. Forma parte de una estrategia gubernamental mucho más amplia y ambiciosa que aborda el reto demográfico en su totalidad. Alonso es claro al respecto, utilizando una metáfora muy gráfica.
"Estamos hablando de una patita de las varias que tiene", explica el consejero delegado. Dinamiza Rural se centra en la dinamización económica y el sector primario, pero las políticas del Gobierno de Canarias contemplan otras muchas áreas, como las inversiones en infraestructuras y la garantía de servicios públicos de calidad en todo el territorio.
El objetivo final es mayúsculo: "que los canarios seamos iguales en todos los sitios, independientemente del municipio donde vivamos". Se trata de que vivir en un entorno rural no sea una desventaja, sino todo lo contrario. La meta es que se "convierta otra vez en ventaja competitiva vivir" en estos pueblos. Alonso, que se define a sí mismo como del "sur del sur" y residente en un pueblo rural dentro de un gran municipio, reivindica la necesidad de un desarrollo global y equilibrado para todo el archipiélago.
La focalización de Dinamiza Rural en los municipios de menos de 10.000 habitantes es una decisión estratégica para concentrar recursos donde más se necesitan. Sin embargo, GMR Canarias no descuida al resto del territorio. Existen otras iniciativas, como Crecer Juntos y su evolución, Volcanic Xperience, que aplican una filosofía similar de sinergias a los municipios de mayor población.
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