Los paneles fotovoltaicos del plan de rehabilitación de La Paterna evitarán la emisión de 1.250 toneladas de CO2 al año

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Concejalía de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda, continúa con la rehabilitación de 819 viviendas del barrio de La Paterna, que contarán con placas fotovoltaicas para la generación de energía que evitarán la emisión de 1.250 toneladas de CO2 al año.

Esta cifra equivale a 227 vueltas a la Tierra de un vehículo que combustible diésel, 367 toneladas de petróleo de energía primaria,  o a la fabricación de 13,4 millones de latas de aluminio de refresco de 500 mililitros. Para ello, se instalarán en las cubiertas de los edificios un total de 2.229 paneles fotovoltaicos con los que se generará 1,4 millones de kilovatios hora al año.
 

Para llevar a cabo estas rehabilitaciones en 23 bloques del barrio, se destina un total de 19,2 millones de euros. El 70% de esta inversión está financiado mediante los fondos NextGenerationEU de la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, que son transferidos por el Gobierno de Canarias; y el 30% restante están proporcionados por fondos propios del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
 

El concejal de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda, Mauricio Roque, ha indicado que “el proyecto de rehabilitación de La Paterna es un ejemplo de cómo podemos avanzar hacia una ciudad más sostenible, reduciendo las emisiones de CO2 e impulsando las energías renovables”.
 

“Estos proyectos repercuten directamente en el bienestar de cientos de familias de La Paterna gracias a que sus viviendas tendrán un mejor confort, se reducirá de forma considerable el consumo energético y, además, sus edificios contarán con ascensores que mejorarán la accesibilidad”, ha señalado Roque.
 

El Ayuntamiento ya ha adjudicado los diez proyectos que contempla esta actuación que van a mejorar la calidad de vida de las personas residentes. La actuación contempla además de la reducción de energías fósiles, la instalación de ascensores en unos edificios construidos en la década de los 70 del siglo pasado y que carecen de elevadores.
 

Estas actuaciones se llevarán a cabo en los bloques situados en las calles Ruperto Chapí, Federico Chueca y Manuel de Falla. Con ellas se conseguirá que más del 60% del consumo energético proceda de fuentes renovables.
 

A esta reducción contribuirá la envolvente térmica que se instalará en los edificios para mejorar de manera significativa el confort en el interior de la vivienda. De esta forma se disminuirá el uso de deshumidificadores y los sistemas de climatización en los hogares.
 

Otra de las mejoras que se están desarrollando en los edificios es la aplicación de pinturas térmicas impermeabilizantes y reflectantes en las fachadas y cubiertas, con el objetivo de minimizar la absorción de radiación solar. Asimismo, se están renovando toda la instalación eléctrica en las zonas comunes de los edificios.
 

Todos los proyectos, cuya dirección de obra corresponde a Geursa, recogen la construcción de la estructura que albergará los futuros elevadores exteriores, los cuales estarán conectados a las viviendas mediante pasarelas. Cada ascensor contará con una llave de acceso individual con la que se garantizará la seguridad de los hogares.