
por Politican
En una entrevista reciente en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín", Gerardo Rodríguez, representante del Secretariado Nacional del sindicato STEC-IC, expuso con claridad la gravedad de la situación en el sistema educativo de Canarias y la necesidad urgente de un cambio de rumbo.
Uno de los puntos más señalados por Rodríguez es el estado general de los colegios e institutos. Según explicó, “los centros educativos de Canarias tienen una media de edad entre 40 y 50 años. Requieren también mucho mantenimiento para mantenerlos en condiciones”.
Este envejecimiento no es solo un problema estético o de comodidad. La falta de modernización afecta directamente a la capacidad de adaptación a las nuevas realidades climáticas y tecnológicas. En palabras del dirigente sindical, “tienen que ser unos centros adaptados a las nuevas realidades como pueden ser las olas de calor intensas por las que pasamos y el hecho de que los centros tengan que ser sostenibles”.
Las zonas del sur de Tenerife y Gran Canaria han experimentado un crecimiento demográfico acelerado, lo que ha tensionado aún más la red de infraestructuras educativas. Rodríguez denuncia que “hay muchos alumnos y los centros están colapsados, quiero decir, están al máximo de su capacidad, de tal manera que muchos de ellos se han puesto aulas modulares en las zonas recreativas”.
Estas soluciones improvisadas —los llamados barracones— no solo resultan indignas, sino que, en ocasiones, se prolongan durante décadas. El propio Rodríguez recordó un caso significativo: “hubo un centro en Guaza que estuvo con aulas prefabricadas durante 21 años y solo el año pasado se inauguró un edificio nuevo”.
El aumento de las temperaturas y la recurrencia de episodios extremos plantea un desafío que los centros educativos canarios, según Rodríguez, aún no están preparados para afrontar. “No estamos preparados para esas olas intensivas y recurrentes de calor que ya los científicos nos han indicado que va a suceder de aquí en adelante”, advierte.
El dirigente señala que los colegios e institutos deberían contar con aislamiento térmico, cubiertas vegetales, jardines y huertos escolares que ayuden a crear microclimas frescos. También subraya la importancia de las energías renovables, especialmente la fotovoltaica, cuya implantación sigue siendo mínima en la comunidad.
Más allá de las obras y los recursos materiales, Rodríguez subraya el papel de la educación en valores como herramienta de cambio. “Tiene que implicarse en el currículum que dan los alumnos la educación medioambiental. Los alumnos tienen que estar concienciados desde que salen de las clases y educados en valores de respeto hacia la naturaleza”.
Para él, esta conciencia no es solo un complemento, sino un pilar que debe impregnar toda la vida escolar, desde el uso de energías renovables hasta la práctica cotidiana de reducir, reciclar y reutilizar.
El reciente proceso de oposiciones ha evidenciado nuevas dificultades para el sistema educativo canario. Rodríguez alertó de un hecho inédito: “hubo hasta 13 especialidades que no cubrieron todas sus plazas. Hubo cerca de 91 plazas que se han quedado desiertas”.
El sindicalista considera que este fenómeno refleja la necesidad de replantear el actual modelo de pruebas, demasiado centrado en la memorización de temarios extensos y poco vinculado a la capacidad real de enseñar. “No se trata ya tanto de memorizar. Tenemos que replantearnos el modelo de examen para que no ocurran estos temas”, insistió.
Entrevista completa: