
por Politican
El golpe de calor es la consecuencia más grave de los efectos de las altas temperaturas en el organismo. Puede llegar a causar discapacidades permanentes e incluso la muerte, ya que falla la capacidad de ajuste de la temperatura corporal y esta se eleva de forma importante. Es una urgencia que puede resultar especialmente peligrosa en la infancia, etapa muy vulnerable dada la menor capacidad de termorregulación.
Por ello, y ante las altas temperaturas actuales, Vithas Canarias ha realizado una formación de primeros auxilios para explicar cómo prevenir y actuar ante un golpe de calor y cómo identificar una urgencia y practicar una reanimación cardiopulmonar (RCP). Un taller que se enmarca en la iniciativa Vithas Aula Salud Colegios, un programa educativo gratuito dirigido a colegios que tiene como objetivo promover hábitos de vida saludables entre los más jóvenes.
La formación se ha impartido a una veintena de niños de entre 6 y 11 años y sus monitores en el marco de las actividades de verano del centro de tarde del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, perteneciente a la Concejalía de Infancia y Familia. “Dolor de cabeza intenso, piel roja, caliente y seca y aumento de la temperatura incluso a más de 40 grados centígrados indican una auténtica urgencia médica que hace necesario llamar a los servicios de emergencia. Mientras, conviene enfriarles el cuerpo con agua fría, darles de beber y colocarlos en posición decúbito lateral y puede ser necesaria una RCP que en niños muy pequeños conlleva un riesgo añadido porque son más frágiles”, explica Raico Pérez, director de enfermería de Vithas Canarias.
Para evitar llegar a este extremo, hay que estar muy atentos a los calambres, añade Pérez. “Son un buen indicador de que algo anda mal. Los calambres por calor pueden ser la antesala de un golpe de calor. Así que si expresan que tiene un calambre o los ves cojeando es muy posible que se deba al calor, por lo que hay que pararlos, ponerlos a la sombra y darles agua inmediatamente”, alerta el responsable de enfermería.
Para prevenir esta situación, es fundamental darles agua de forma continua, aunque no la pidan. Si están jugando al sol o realizando ejercicio físico intenso corriendo por ejemplo deben realizar pausas cada media hora en la sombra, reducir la actividad física en las horas de más calor, vestir ropa clara y transpirable y nunca hay que dejarles solos en espacios cerrados y poco ventilados como un coche.
Iniciar esta formación desde la infancia —tanto en aspectos como la prevención del golpe de calor o la reanimación cardiopulmonar (RCP)— es altamente recomendable. De este modo, incluso en una situación extrema, los niños podrán identificar una parada y saber cómo actuar. “Es importante que los niños sepan desde pequeños cómo detectar que existe una emergencia y cómo actuar ante ella. Es cierto que aún son muy pequeños para realizar una RCP correctamente, pero esto es una iniciación para que al menos sepan que el 112 es el teléfono de emergencias, su dirección y qué decir en esta llamada, lo que puede marcar la diferencia y salvar una vida, como ya ha pasado”, concluye Raico Pérez, director de enfermería de Vithas Canarias.