
por Europa Press
El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias advirtió este pasado miércoles de que la futura ley de arbolado urbano, que se tramita en el Parlamento de Canarias, va a "colapsar" los servicios municipales.
En una nota detallan que presenta "una regulación excesivamente rígida, sin respaldo de medios materiales ni humanos en los ayuntamientos" e incluye la prohibición de la tala de árboles y las "podas drásticas" sobre ejemplares en suelo urbano con más de quince años de antigüedad o veinte centímetros de diámetro medido a 1,40 metros del suelo, además de obligaciones específicas para los propietarios y la exigencia de un inventario municipal de arbolado urbano actualizado cada 10 años.
En ese sentido apuntan que sin una dotación de recursos adecuada, tanto económicos como técnicos, la ley podría "bloquear por completo" la capacidad operativa de muchos ayuntamientos, especialmente los pequeños y medianos.
"Si se aprueba esta ley tal y como está planteada, con altos niveles de exigencia pero sin estructura técnica detrás, vamos a colapsar los servicios municipales. Muchos consistorios apenas cuentan con técnicos o con operarios generalistas que se encargan de todo, desde reparar una acera hasta regar un jardín. No tienen ni personal cualificado ni medios para asumir este nivel de control", señalan desde el Colegio.
El problema, prosigue, "no es solo económico", ya que la jardinería y la gestión del arbolado requieren conocimientos multidisciplinares que incluyen fisiología vegetal, sanidad vegetal, fitopatología, riego, suelos, seguridad estructural, planificación urbana y análisis de riesgos.
NO BASTA CON PROHIBIR LA TALA
"No basta con prohibir la tala o imponer inventarios. Se necesita personal que sepa interpretar los datos, analizar su evolución, tomar decisiones informadas y aplicar medidas correctoras. La gestión eficiente de los espacios verdes urbanos debe comenzar en la planificación de los mismos, desde la selección de las especies a utilizar, conociendo sus necesidades vitales, patrones de desarrollo o posibles plagas y enfermedades para asegurar la supervivencia a largo plazo del ejemplar. Eso exige formación técnica y experiencia. Todo ese compendio lo aportamos los ingenieros agrónomos", añaden.
El Colegio subraya que hacer un inventario puntual sin continuidad ni seguimiento "no tiene valor práctico real" y "solo es útil" si se mantiene actualizado, se analiza su evolución anual y permite corregir desequilibrios en la distribución, el estado o la diversidad vegetal del municipio.
Por ello, se insta al Parlamento de Canarias a revisar la propuesta legislativa contemplando medidas que refuercen los servicios técnicos para garantizar una gestión del arbolado que sea segura, eficiente y sostenible.
De hecho, los ingenieros indican que la reciente tala de 17 ejemplares de laureles de Indias (Ficus microcarpa) en la Rambla de Santa Cruz de Tenerife ha vuelto a poner de manifiesto que la gestión del arbolado urbano requiere la intervención de profesionales cualificados y mayores recursos técnicos y humanos para garantizar la seguridad de las personas y la sanidad del patrimonio vegetal.
En este caso concreto, los ejemplares presentaban un deterioro fisiológico irreversible, derivado de una infección vascular causada por el hongo de la madera (Lasiodiplodia theobromae).
La única técnica de control efectiva actualmente consiste en intervenir mediante podas sanitarias o, en última instancia, la eliminación del ejemplar.
Según el Colegio, el trabajo técnico consiste precisamente en anticiparse al daño, intervenir con previsión y tomar decisiones responsables, incluso cuando estas son difíciles o impopulares.