
por Politican
El Cabildo de Tenerife aprobó la pasada semana casi 5 millones de euros para intensificar la lucha contra dos de las especies invasoras más dañinas de la isla: el rabo de gato y el plumero de la pampa. Ambas plantas, introducidas décadas atrás, se han expandido sin control, desplazando a la flora autóctona y alterando el equilibrio de los ecosistemas insulares.
“No vamos a darles tregua. Estamos actuando con decisión y sin pausa para proteger lo que es nuestro”, aseguró la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, tras anunciar la aprobación de una nueva partida de 1.245.000 euros destinada a eliminar el plumero de la pampa (Cortaderia spp), una especie que se propaga con rapidez gracias a su capacidad para liberar hasta 100.000 semillas por ejemplar. Los trabajos se desarrollarán a lo largo de 30 meses y se centrarán en espacios naturales y entornos periurbanos especialmente afectados.
Esta acción se suma al plan específico aprobado el pasado 4 de junio, con una inversión de 3,7 millones de euros hasta 2027, para el control del rabo de gato (Pennisetum setaceum) y otras especies exóticas en zonas de alto valor ecológico. En conjunto, ambas actuaciones suponen un esfuerzo coordinado sin precedentes en la gestión de flora invasora en Tenerife.
El plumero comenzó a introducirse en la isla en los años 60 y 70 del siglo pasado como planta ornamental. Para la “hoy se ha convertido en un problema ambiental de primer orden, al colonizar con facilidad barrancos, taludes, márgenes de carreteras y terrenos degradados”. Además, advierte que “representa un riesgo real de incendio por la gran cantidad de material seco que genera durante los meses de calor”.
La consejera de Medio Natural, Blanca Pérez “por su comportamiento agresivo, la especie está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, que prohíbe su comercialización, plantación y distribución”. A su juicio, “la ciudadanía también tiene un papel clave, evitando plantar estas especies en jardines y notificando su presencia cuando las detecte”, subrayó.
La campaña contra el plumero seguirá un enfoque similar al del rabo de gato: arranque manual con herramientas ligeras, eliminación controlada de restos vegetales en instalaciones autorizadas y limpieza integral de residuos en las zonas de actuación. “Estamos actuando con planificación, continuidad y sentido ecológico”, destacó la consejera de Medio Natural, Blanca Pérez, quien añadió que estas campañas “no solo erradican lo que daña, sino que abren paso a la recuperación de nuestros paisajes naturales”.
Entre las intervenciones más significativas ya realizadas figura la retirada de 6,5 toneladas de plumero en los márgenes del aeropuerto de Tenerife Sur, donde se eliminaron 38 ejemplares de distintos tamaños. Esta operación refleja el nivel de expansión silenciosa que ha alcanzado la especie y la necesidad de intervenir con rigor técnico. En el caso del rabo de gato, el plan ya ha permitido ejecutar más de mil actuaciones sobre unas 1.500 hectáreas del territorio insular en los últimos cinco años, con la retirada de unas 44 toneladas de flora exótica invasora.
Desde el Cabildo se recuerda que tanto el plumero como el rabo de gato son especies que no deben utilizarse en espacios privados ni en jardinería. Su expansión es una amenaza real para la biodiversidad, y su erradicación es una tarea colectiva que requiere del compromiso de instituciones y ciudadanía.