domingo 13 de julio de 2025 - Edición Nº712

Política general | 8 jul 2025

Política cultural

Tenerife rebusca en su historia para relatar la acogida a 77 náufragos tras el hundimiento del 'Britannia' en 1941

04:31 |Esta embarcación, de 8.800 toneladas, había partido desde Liverpool con destino a La India, pero fue atacada el 25 de marzo de 1941 por el crucero auxiliar alemán Thor


por Politican


Un grupo de investigadores en Tenerife indagará en el testimonio oral y escrito de la isla para seguir dando forma a un hecho histórico casi desconocido: la acogida de los 77 náufragos británicos que arribaron a Santa Cruz tras el hundimiento del mercante 'Britannia' en 1941. El relato de los hechos, sostenido por ahora en una crónica en inglés, con la firma del teniente naval Anthony J.E.P. Sangster, rescata el valor de la anécdota local para la comprensión de la historia global en general.

 

La curiosidad surgió cuando, en abril, Daniel García Pulido, Joaquín Reyes García y Francisco Cabrera Alonso decidieron inmiscuirse entre los 'tesoros' que habitan en el Fondo de Canarias de la Biblioteca General y de Humanidades de la Universidad de La Laguna y el Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias, lugares a los que había llegado un turista, Charles Anthony Sangster, para donar la que es parte de la historia de su padre, quien fuera uno de los náufragos del mercante británico.

 

El hundimiento del 'Britannia' tuvo lugar en 1941. Esta embarcación, de 8.800 toneladas, había partido desde Liverpool con destino a La India, pero fue atacada el 25 de marzo de 1941 por el crucero auxiliar alemán Thor --entonces bajo el mando del capitán Otto Kähler-- a unas 750 millas al oeste de Sierra Leona, según recopila el grupo investigador en su artículo facilitado a los medios de comunicación.

 

LA HISTORIA: EL ARTÍCULO INVESTIGADOR

Tras el hundimiento de la embarcación, con un total de 484 pasajeros y tripulantes, 249 fallecieron. Algunos botes salvavidas fueron rescatados en los días posteriores por barcos de distintas nacionalidades, entre ellos, figuró el mercante español 'Cabo de Hornos'. En su camino desde Buenos Aires a la península, salvó a 77 náufragos. Habían pasado cinco días a la deriva.

 

Finalmente, 'Cabo de Hornos' desembarcó a los rescatados en Santa Cruz de Tenerife el 3 de abril de 1941, tal y como recogió de forma puntual la prensa local. Debido a su estado de salud, precisaron de una primera atención por parte de Cruz Roja en el mismo puerto y, luego, fueron trasladados para su recuperación a la Clínica Zerolo de la ciudad tinerfeña.

 

Posteriormente, la mayor parte de los náufragos se alojaron en dos hoteles de titularidad inglesa de la época, donde también residía el personal del consulado británico. Su repatriación, citan los investigadores, no fue inmediata y, por lo tanto, su estancia en Tenerife se prolongó por cuatro meses.

 

LLEGADA DE LA CRÓNICA A TENERIFE: UNA VISITA TURÍSTICA

"El hijo de Anthony J.E.P. Sangster visitó Tenerife por turismo. Trató de ir a distintas instituciones culturales para donar el manuscrito de su padre. Puede ser que en algunas de ellas no lo tomaran en serio, pero sí cayó en dos sitios en donde se valoraba esa historia", comenta en una entrevista concedida a Europa Press el historiador Francisco Cabrera, que celebra esa "sensibilidad" adquirida por el personal.

 

Explica el experto que el trabajo de documentación que se emprendió pasó, en parte, por explorar los resquicios del hecho en la prensa local. Tan solo encontraron una noticia en el periódico El Día, relativa al día después. Así, se cree que el "hermetismo" de la época, marcada por la dictadura franquista y la Segunda Guerra Mundial, estaría detrás de esas dificultades de exposición.

 

Desde el colectivo investigador se destaca la importancia que tiene para la historia ahondar en la dimensión local de los hechos internacionales. Recuerda Cabrera la costumbre canaria de "minusvalorar" su historia, que parece contradictoria cuando, detalla, existen "bastantes" episodios que, si bien pueden ser anecdóticos, ayudan a entender el pasado y presente del planeta.

 

Sobre el paso de los náufragos por Tenerife, apostilla que mientras estuvieron en la isla se integraron con su clima social, acudiendo incluso al club náutico de la época. Además, también estrecharon lazos con la población local. De hecho, el propio teniente Anthony J.E.P. Sangster narra en su crónica el que pudo ser, quizá, el inicio de una historia de amor con una 'señorita' de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

 

EL CAMINO HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN LIBRO

Por el valor que tiene todo lo que recopila Sangster en apenas 40 páginas mecanografiadas, los historiadores tratarán de recopilar en un libro otros testimonios escritos u orales, si los hubiera, con el objetivo de dar más forma a la estancia de estos náufragos británicos en plena Segunda Guerra Mundial.

 

"Evidentemente, todo este proceso habrá generado documentación, como intercambios de cartas con la península para ver qué se hacía con ellos, y que podrían reflejar incluso lo que se llegó a debatir al respecto...", señala Cabrera, que puntualiza la importancia de este hecho en medio de un clima bélico en el que si bien en España se avituallaba tanto al bando de los Aliados como al de las Potencias del Eje, el país se posicionaba al lado de la Alemania nazi y la Italia fascista.

 

De este modo, la observación de los investigadores en su artículo apunta a cómo este hecho anecdótico en la historia de la capital tinerfeña pudo generar cierta tensión, ya que, al final, Tenerife dio socorro a los británicos, considerados enemigos principales en ese momento del conflicto.