sábado 14 de junio de 2025 - Edición Nº683

Política general | 14 jun 2025

Entrevista Exclusiva

Ana Lidia Fernández: "La ciberviolencia machista afecta a niños y niñas desde edades sorprendentemente tempranas"

05:31 |La experta en género y educación digital asegura que los niños están siendo “socializados en la violencia y el machismo” a través de juegos como el famoso GTA V, que incluye asesinatos, prostíbulos y prostitución


por Politican


Ana Lidia Fernández, experta en género y educación digital, ha lanzado una señal de alarma en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín" en torno a un fenómeno silencioso pero creciente: la ciberviolencia machista que afecta a niños y niñas desde edades sorprendentemente tempranas. En su papel como directora de Opciónate y en colaboración con la Universidad de Deusto, lideró un estudio pionero que revela una realidad inquietante: la infancia está siendo educada por dispositivos electrónicos abiertos al mundo digital sin supervisión.

 

Fernández destaca que hay una falta de consenso y sentido común por parte de las personas adultas, quienes, aunque bienintencionadas, permiten el acceso ilimitado a internet. Esta dejadez tecnológica expone a menores a contenido violento, sexual y deshumanizante. Según explica, “nos encontramos con niñas y niños de tres a cinco años que ya manejan un dispositivo propio, a menudo sin ningún tipo de control" y “es como si a un niño de cinco años lo dejaras solo por la ciudad. Nadie lo haría, pero sí se les da acceso a un universo digital sin barreras”.

 

El videojuego como instrumento de socialización

Fernández no duda en señalar a la industria del videojuego y del contenido digital como actores con un papel educativo directo y peligroso. Los niños, afirma, están siendo “socializados en la violencia y el machismo” a través de juegos como el famoso GTA V, que incluye asesinatos, prostíbulos y prostitución. “Tuvimos un debate con niños y niñas de nueve y diez años, y uno decía: ‘Sí, puedes comprar a una mujer’, y otro corregía: ‘No, alquilarla’”, tal y como relata.


Estas frases no son anecdóticas, asevera. Son síntomas de una educación emocional y moral delegada en plataformas digitales. Y no se trata solo de videojuegos: influencers y redes sociales están moldeando el pensamiento y las conductas de la niñez. “Los niños aprenden que matar está bien si no se ve sangre. Que ir a un prostíbulo es normal. Que alquilar a una mujer es parte del juego. ¿Qué tipo de sociedad estamos construyendo desde la infancia?”, incide.

 


El espejismo de la presión social y el rol de las familias

Una de las justificaciones más habituales que esgrimen las familias es la presión social: “Todos los demás tienen un móvil”. Ana Lidia Fernández desmitifica esta creencia. Explica que muchas veces, los propios niños agradecen que sus progenitores les pongan límites, aunque se rebelen. “A esta edad les gusta que sus padres y madres se preocupen por ellos. Aunque digan lo contrario, valoran los límites”.


En esta línea, destaca iniciativas en el País Vasco y otras regiones de España, donde familias han comenzado a crear pactos colectivos para retrasar el acceso a smartphones abiertos hasta los 16 años. No se trata de eliminar la tecnología, sino de adaptarla al nivel madurativo de los menores.


Asegura que, “si existiera un pacto social real, esto dejaría de ser un problema. Pero estamos atrapados en una espiral: nadie quiere ser el primero en decir que no”.


Además, Ana Lidia propone modelos intermedios: dispositivos limitados que permitan llamadas y mensajes, pero sin acceso a internet, como una alternativa viable para quienes necesitan estar en contacto con sus hijos sin exponerlos a riesgos innecesarios.

 

Educación digital y pensamiento crítico: las claves del cambio

Para Ana Lidia Fernández, el abordaje no puede ser exclusivamente prohibitivo. Es imprescindible educar desde el pensamiento crítico y el diálogo. Los niños y niñas deben contar con espacios donde puedan expresar lo que ven, cuestionar lo que consumen y comprender el impacto de sus acciones. “Muchos menores ejercen ciberviolencia sin saberlo. No entienden el daño que pueden causar ni las consecuencias legales que conlleva”, destaca.

 

Ciberviolencia entre iguales: el fenómeno invisible

La experta subraya que la mayoría de las agresiones digitales se producen entre menores. En muchos casos, no existe intención de dañar, sino desconocimiento. Desde compartir imágenes sin consentimiento hasta hacer bromas que acaban en humillación, la violencia digital se ha normalizado.


Tal y como refleja, “no se trata solo de proteger a nuestros hijos de otros. También debemos aceptar que nuestros propios hijos pueden ser agresores”.


En este contexto, Fernández remarca la importancia de que los centros educativos y las familias colaboren en la creación de normas claras. Algunas escuelas ya están aplicando políticas restrictivas sobre el uso de móviles en el aula, una medida que ha sido recibida con alivio por muchos docentes.


Entrevista completa: