"Municipalistas Primero Canarias": Desgranando la génesis del nuevo actor político bajo la Lupa de Alberto Javier Báez

El archipiélago canario ha sido testigo reciente del nacimiento de una nueva formación política, un evento que, como bien señala el Dr. Alberto Javier Báez, Doctor en Ciencia Política, siempre despierta interés y análisis. La irrupción de "Municipalistas Primero Canarias" (o "Primero Canarias Municipalistas", una ambigüedad que no pasa desapercibida) plantea interrogantes cruciales sobre su estrategia de marca, su posicionamiento ideológico y el timing de su lanzamiento. En una detallada entrevista en el programa "A Buenas Horas con José Luis Martín", Báez desmenuza los elementos constitutivos de este nuevo proyecto, ofreciendo una perspectiva experta sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta. Este análisis se vuelve fundamental para entender no solo la propuesta del partido, sino también las corrientes de fondo que impulsan la creación de nuevas alternativas políticas en el panorama regional.

El bautismo político: Nombre, Identidad y Primeras Impresiones

La presentación de cualquier nueva entidad, y más aún de un partido político, comienza con su denominación. Es la primera carta de presentación, el estandarte que buscará conectar con el electorado. Alberto Javier Báez pone un énfasis especial en este aspecto inicial.

Para Báez, la elección del nombre no es un asunto trivial. "Cuando se crea una formación política siempre la definición, es decir la denominación de ese partido en este caso, es lo más importante porque al fin y al cabo es lo que vas a proyectar a la ciudadanía", afirma el politólogo. Sostiene que con esa denominación "estás transmitiendo lo que pretendes de cara a esa vinculación de cara a una siguiente convocatoria electoral, cuáles son tus principios, de qué partes, por qué se crea esa formación política".

En el caso de "Municipalistas Primero Canarias", Báez identifica varios mensajes implícitos. La palabra "municipalistas" establece una conexión directa con "la importancia de nuestras ciudades, de nuestros pueblos", mientras que "primero" sugiere una priorización, y "Canarias" delimita claramente el ámbito de actuación.

¿"Primero Canarias" un eco de "America First"? 

Una de las primeras cuestiones que Báez aborda es la longitud del nombre. Aunque reconoce que "siempre cuanto más corto mejor, más fácil para para recordar", matiza que lo crucial es que "la denominación en el tiempo que queda de cara a una siguiente convocatoria electoral sea una denominación que sea conocida por electorado. Si se consigue, no tiene por qué ser ningún inconveniente." Compara esta situación con nombres largos como "Partido Socialista Obrero Español", que a menudo se acortan o se identifican por siglas (PSOE, PP).

La ambigüedad en el orden, donde algunos mencionan "Primero Canarias Municipalistas" y otros "Municipalistas Primero Canarias", es un punto crítico para Báez. El politólogo advierte que la falta de unificación puede ser perjudicial: "Eso es determinante sobre todo porque claro si nosotros que somos el elector, la ciudadanía o el electorado vemos que sus propios dirigentes pues utilizan diferentes denominaciones pues claro lo que da es lugar a confusión".

Respecto al uso de "Primero", y ante la inevitable pregunta sobre si "Primero Canarias" evoca al "America First" de Donald Trump, Báez, si bien no descarta la resonancia, ofrece una perspectiva más matizada y anclada en precedentes locales. El politólogo recuerda una referencia más cercana: "la el hecho de poner primero también me recuerda un partido que existió hace tiempo que se llamó Primero Madrid". Para él, más que una importación directa de eslóganes internacionales con una carga ideológica específica, la palabra "primero" en este contexto canario "implica que bueno a lo mejor tú partes de una identificación con un territorio y el marco de actuación ese es el archipiélago que es el donde empieza y acaba la responsabilidad de esa formación política". Se trata, por tanto, de una declaración de prioridades geográficas y de enfoque.

La identidad visual y el mensaje ideológico: Más allá de las palabras

Un partido político no es solo un nombre; es también una imagen y un conjunto de ideas que buscan resonar con la ciudadanía. El logotipo y el posicionamiento ideológico son herramientas clave en esta construcción de marca.
 

Alberto Javier Báez subraya la trascendencia del logotipo: "En los logotipos es algo que va mucho más allá. Al fin y al cabo es un símbolo del partido con el que las personas se identifican... será lo que aparezca en las papeletas". Por ello, advierte que "cuando se elabora un logotipo en un partido hay que pensar muy bien por ejemplo los colores, el tamaño de los matices que se incluyen." La diferenciación es clave: "es importante diferenciarte de lo que hay en ese momento y sobre todo los colores muy importantes".

En el análisis del logotipo de "Municipalistas Primero Canarias", Báez destaca la carga simbólica de sus componentes. Los ocho elementos, representados como segmentos que orbitan alrededor del número "1", son interpretados por el analista como una clara alusión a la geografía insular: "el hecho de que incluyan una serie de ocho identificativos puede dar lugar a que, sin mencionar nada más allá, ya directamente se interpreta que  hay una vinculación con el conjunto de las islas del archipiélago". Esta representación visual de las ocho islas canarias busca generar una identificación territorial inmediata.

Pero es el propio número "1" el que concentra un potente mensaje subliminal. Como señala Báez, este dígito trasciende la mera numeración: "Y el uno es una cosa que al fin y al cabo no necesita nada más. Ya se sabe que uno es lo primero... en una carrera sabemos que el uno es el que gana, es el que va primero. Este tipo de cuestiones que también son importantes". Este simbolismo de liderazgo, de ser el primero, el ganador, apela directamente al subconsciente del electorado, buscando asociar al partido con el éxito y la primacía. 

En cuanto a la paleta cromática, Báez menciona el uso de "un azul más suave o más un azul turquesa como en este caso por ejemplo", y reitera la importancia estratégica de la elección: "los colores son muy importantes y dentro de esa paleta de colores hay que identificar algo diferente y que también ayude a conectar con esa ciudadanía; ese color va a ser determinante", especialmente pensando en su uso en la publicidad electoral.

"Ni de izquierdas ni de derechas, somos de Canarias": Buscando un espacio transversal

El mensaje lanzado por los promotores del partido, como Teodoro Sosa y Óscar Hernández, de no adscribirse a etiquetas ideológicas tradicionales de izquierda o derecha, sino de centrarse en "ser de Canarias", es analizado por Báez. Para él, "esos matices son importantes porque muy pocas palabras pueden transmitir qué es el partido y qué es lo que pretende".

Considera que este posicionamiento no es necesariamente contradictorio ni vacío: "Una ideología por ejemplo nacionalista tampoco se tiene por qué identificar en la derecha o en la izquierda o en el centro por decirlo de alguna manera". Lo fundamental, según esta óptica, es que "lo que te une es Canarias, es el archipiélago... ahí están nuestras ciudades y nuestro pueblo... y esa es la clave fundamental". Esta estrategia busca apelar a un sentimiento de pertenencia y a la resolución de problemas concretos del archipiélago, más allá de las divisiones ideológicas clásicas. La motivación detrás de la creación del partido, según Báez, suele ser que los impulsores sienten que "no hay una formación política que atienda justamente a lo que pretenden eh no recoja exactamente las ideas que manejan".

El marco temporal y legal: Estrategia y viabilidad del proyecto

Lanzar un partido político implica una cuidadosa planificación temporal y el cumplimiento de requisitos legales. Báez aborda ambos aspectos como factores determinantes para el futuro de la nueva formación.
 

La presentación del partido a aproximadamente dos años de las próximas elecciones locales y autonómicas (previstas para 2027) es un factor estratégico. Báez considera que este plazo no es necesariamente negativo: "Con dos años por delante pues da tiempo suficiente a dar a conocer un partido, sus dirigentes... una nueva denominación requiere tiempo para que el electorado lo conozca".

De hecho, argumenta que anticiparse puede ser ventajoso: "Cuanto antes te constituyas mejor porque te puedes posicionar... puedes tener una posición mejor que otras formaciones políticas que están presentes y en ese sentido también puedes manejar el debate político durante un tiempo". Este margen permite "introducir una serie de debates y o de posicionamientos que a lo mejor otras formaciones políticas no están manejando". 

La legalidad del nombre y la inscripción del partido son pasos fundamentales. Báez explica la existencia de un "registro eh de partidos políticos del Ministerio del Interior que el registro nosotros podemos consultar las denominaciones de los partidos que actualmente están dados de alta". Una regla fundamental es que "no se puede constituir un partido político con una denominación de una formación política que ya existe".

Por lo tanto, si el partido ha sido presentado y registrado, se infiere que ha superado estos controles. "Cuando se remite la documentación a este registro de partido toda esa documentación se verifica y se hacen numerosos chequeos. Cuando se da el OK es que está todo correcto". Esto otorga una base de legitimidad inicial al proyecto.

Entrevista completa: