
por Politican
En un momento en que la sostenibilidad se ha convertido en imperativo global, Canarias emerge como un laboratorio natural de transición energética. Su condición geográfica, su aislamiento del sistema eléctrico peninsular y su abundante recurso renovable hacen del archipiélago un caso paradigmático. Conversamos en "A Buenas Horas con José Luis Martín" con Manuel Moral, profesor del Máster en Transición Energética Renovable de la Universidad Europea, quien ofrece una visión experta sobre los retos y oportunidades que enfrenta el sistema energético canario.
Los sistemas insulares, por definición, son más vulnerables a fallos sistémicos porque cuentan con menos unidades generadoras y herramientas de estabilización. La caída de una sola central puede desencadenar un apagón total. Por eso, la gestión energética en Canarias requiere una planificación meticulosa y una apuesta clara por infraestructuras de respaldo y almacenamiento.
Uno de los mayores hitos en transición energética a nivel internacional se encuentra en una pequeña isla canaria: El Hierro. El proyecto Gorona del Viento es un ejemplo de cómo combinar innovación técnica con sostenibilidad: “Es una instalación hidroeléctrica interconectada con un parque eólico. Cuando este genera más energía de la que se necesita, se utiliza para bombear agua a un depósito superior. Así, se almacena energía de forma mecánica para su uso posterior”, como destaca Moral
Este ingenioso sistema convierte a El Hierro en uno de los primeros territorios del mundo en acercarse al autoabastecimiento renovable. Aunque su población es reducida, el concepto es replicable y “proyectos como este permiten demostrar que la descarbonización es más real con soluciones híbridas y locales”, como señala.
Otro ejemplo destacado es el Salto de Chira, una central hidroeléctrica de bombeo que aún está en fase de construcción y que promete revolucionar el almacenamiento energético en la isla. Promovido por Red Eléctrica, se trata de uno de los proyectos más ambiciosos de su tipo en Europa. Según Manuel Moral, “España es una gran potencia hidroeléctrica gracias a su orografía. Proyectos como este nos permitirán tener un sistema totalmente renovable apoyado en la eólica y fotovoltaica.”
Este tipo de infraestructura permite almacenar la energía generada por fuentes intermitentes como el sol y el viento, y distribuirla de manera constante, aportando estabilidad a la red.
Si bien la tecnología ha demostrado que es posible, la viabilidad económica aún plantea retos como señala Moral al asegurar que “el mayor problema de las renovables no gestionables es que tenemos que producir cuando hay recurso... y almacenar para cuando no lo hay”.
Las instalaciones de almacenamiento —ya sean baterías o sistemas hidráulicos— resultan clave, pero aún son económicamente poco atractivas para los promotores y “a día de hoy, económicamente no sale rentable ese tipo de instalaciones. Se necesita un modelo de retribución que premie la calidad del servicio”, como destaca.
Manuel Moral señala que para lograr una red 100% renovable, no basta con instalar paneles solares o molinos de viento. Es crucial:
Asegurar calidad de tensión y frecuencia.
Implementar sistemas de respaldo.
Ofrecer incentivos económicos para el almacenamiento.
El experto destaca que es posible tener viviendas completamente independientes de la red eléctrica. “Hay muchas viviendas que tienen sistemas aislados con placas solares y molinos eólicos. Es totalmente factible, sobre todo en el ámbito residencial”, tal y como afirma,
Este fenómeno no solo responde a necesidades logísticas, sino también a convicciones personales sobre sostenibilidad: "Mucha gente lo hace por vocación, por intentar ser lo más sostenible posible, no tanto por necesidad”.
Los planes para trenes de cercanías en Gran Canaria y Tenerife podrían integrarse en este modelo energético sostenible, siempre que se resuelva el problema del almacenamiento. Según el profesor, “si queremos alimentar trenes con renovables, debemos tener capacidad de almacenar energía suficiente para gestionar la demanda”.
La movilidad eléctrica sería viable, pero exige inversión en infraestructuras paralelas que garanticen estabilidad. Moral insiste en la necesidad de una estrategia clara de inversión pública o de incentivos para los operadores privados.
Finalmente, ante el temor de nuevos "ceros energéticos" y cómo puede prepararse la ciudadanía, Manuel Moral es realista:
“Si estamos conectados a la red, la capacidad de actuación es limitada. Pero hay acciones preventivas: almacenar agua, no abrir la nevera, o instalar baterías en viviendas con autoconsumo”.
En una región vulnerable, la preparación es clave. Las soluciones tecnológicas avanzan, pero la información clara y la conciencia ciudadana son herramientas igual de valiosas, como sentencia.
Entrevista completa: